martes, 28 de agosto de 2012

EL ARTE DE JACK KIRBY



Se dice que Jack Kirby dejó publicadas 25.000 páginas. Cuando se puso a dibujar la primera viñeta de la obra por la que más le recordamos hoy en día, Los Cuatro Fantásticos, tenía 44 años y ya había dibujado muchas de esas 25.000 páginas. Desde los superhéroes hasta el crimen, el romance y el western, todo había pasado por sus manos. Sin embargo, a pesar de su madurez como persona y como autor, la transformación de su trabajo durante su primera etapa en Marvel sería pasmosa. En menos de diez años se convertiría en un artista completamente diferente. 

El resultado final del trabajo de Kirby siempre dependió en gran medida de los entintadores que le asignaron. Sin embargo, los cambios que experimentaría Kirby en Marvel afectarían de manera profunda a su manera de entender la historieta. El Kirby de los primeros Cuatro Fantásticos era un narrador competente, y uno de los mejores, si no el mejor dibujante de acción del momento. Sus tebeos estaban cargados de energía, y su uso de un diseño de página convencional de tres tiras le permitía centrarse en el dibujo, apoyado con frecuencia en uno de sus recursos narrativos favoritos: la secuencia de tres viñetas en la que se representan tres pasos de una misma acción. En 1964, Kirby empieza a introducir fotografías como fondos, al mismo tiempo que alguna página-viñeta espectacular. Con la llegada del entintador Joe Sinnott, rotundo en los contornos y las sombras, pero al mismo tiempo suavizador de los habitualmente desabridos rostros de los personajes kirbyanos, la serie inicia su periodo clásico. A partir del número 44 (1965), se caracteriza por el frenesí argumental y la monumentalización gráfica creciente. Aparecen complicadas maquinarias gigantes, menudean los planos cortos, las viñetas crecen y la narración se comprime. Al tiempo que los dibujos son cada vez más grandiosos, la lectura es cada vez más confusa, y Lee tiene que compensarlo con textos prolijos que explican lo que no cuentan las imágenes. Este estilo de producción torrencial es evidente en el final de la trilogía de Galactus (nº 50, 1966), que se produce en la página 13 de un episodio de 20. Las 7 páginas restantes se rellenan con intrascendentes escenas cotidianas. Pero eso ya no importa: como dice Glen David Gold, Kirby por entonces ya es “emocionalmente abrumador”. Se ha convertido en el dibujante del poder, y es por eso por lo que le recordamos.

Texto publicado originalmente en Historia de los cómics, tomo 4 (Panini, 2008), colección dirigida por Antoni Guiral.

Hoy, Jack Kirby habría cumplido 95 años. En este blog he dedicado varias entradas al que tal vez sea el dibujante más importante de mi vida. Hoy es un buen día para recordarlas:

¡EL ESLABÓN MÁS DÉBIL!
TAN CERCA DE AMÉRICA, TAN LEJOS DE KIRBY
LOS CRÍMENES DE KIRBY
BIG JACK
JACK KIRBY: LUCHADOR
JACK KIRBY: SOÑADOR
JACK KIRBY: AMANTE

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