jueves, 28 de febrero de 2013

SUPERCÓMIC


Supercómic. Mutaciones de la novela gráfica contemporánea. Libro de ensayo colectivo publicado por Errata Naturae en abril de 2013.
Autores: Daniel Ausente, David M. Ball, Eddie Campbell, Fernando Castro Flórez, Jordi Costa, Alberto García Marcos, Emmanuel Guibert, Eloy Fernández Porta, Max, Ana Merino, Raúl Minchinela, Óscar Palmer, Mireia Pérez y Pepo Pérez.
Portada: David Sánchez.

Durante los últimos meses he tenido el inmenso placer de coordinar la edición de este libro, que finalmente será publicado el próximo abril, coincidiendo con el Salón del Cómic de Barcelona.

Os copio aquí el texto de contraportada, escrito en la editorial, que creo que ha pillado muy bien el sentido del volumen:

«Precaución: el libro que tiene ahora mismo en las manos no es una historia del cómic. Tampoco es una guía de lectura ni una lista de la compra para principiantes. Dios nos libre. Este libro es un conjunto de ensayos lúcidos, heterogéneos y desacomplejados sobre el cómic actual: sobre sus mutaciones fundamentales en todo el mundo a lo largo de los últimos años. Porque el cómic ha cambiado mucho últimamente, y con él sus lectores. Hasta hace unos años, el lector adulto de cómics era casi siempre alguien que vivía en el recuerdo melancólico de sus lecturas infantiles y adolescentes. Ahora, sin embargo, los nuevos lectores adultos compran cómics porque su lectura les resulta tan estimulante y enriquecedora como una novela de Roberto Bolaño, un capítulo de The Wire o la última película de los hermanos Coen. A ellos se dirige este libro.
¿Y de qué tratan entonces estos ensayos? De la importancia que han tenido en el cómic y su reciente transformación temas como la autobiografía, la memoria, el periodismo gráfico, la reinvención de los superhéroes, el manga más heterodoxo, el nuevo género negro, el tebeo como ensayo, la representación extrema de la sexualidad o la nouvelle bande dessinée francesa.
Y por si acaso sintieran que tras leer estos textos, escritos por algunos de los grandes especialistas nacionales e internacionales, les faltara algo, incluimos también un maravilloso cómic inédito de Max y Mireia Pérez: un historietista consagrado y una de nuestras mejores promesas de la viñeta a la búsqueda conjunta y delirante de la historia perfecta».

Éste es el sumario, en el orden que aparece en el libro, que tiene 357 páginas:

«Después del cómic. Una introducción», Santiago García.
«La autobiografía en el cómic. Una muy breve introducción a un tema muy extenso, visto desde una bicicleta en marcha», Eddie Campbell.
«Love and Rockets o la cumbre de la ficción seriada», Ana Merino.
«Los fracasos de Chris Ware», David M. Ball.
«La imparable extensión de lo nimio», Raúl Minchinela.
«La memoria gráfica y las sombras del pasado», Daniel Ausente.
«M+M», Mireia Pérez y Max.
«Don Sórdido goes global. Miguel Ángel Martín y las gestiones de la violencia», Eloy Fernández Porta.
«Un zoom para Shintaro Kago», Jordi Costa.
«La escena del crimen. Nuevas aproximaciones al género negro norteamericano», Óscar Palmer.
«Dioses y patria: viñetas políticas en el cómic norteamericano contemporáneo», Pepo Pérez.
«"...yo soy Pagliacci" [el (presunto) sacrificio superheroico y la "mentira" (fundadora) social]», Fernando Castro Flórez.
«Entrevista con Emmanuel Guibert: el hombre tranquilo y las pequeñas cosas», Alberto García Marcos.

Hasta aquí la información fundamental sobre el libro, que iré ampliando en próximas fechas: precio y día exacto en que sale a la venta, por ejemplo. Además, en futuras entradas iré comentando de forma concreta cada uno de los artículos incluidos en el volumen.

Aquí ya sólo quiero añadir la crónica personal de este libro.

Como ya habrá supuesto algún seguidor de Mandorla, me encanta escribir sobre cómics. Y, por supuesto, también me encanta leer sobre cómics. Es uno de esos raros placeres que a veces, y lo digo sin complejos, puede superar incluso a la propia lectura de cómics. A veces, pero, reconozcámoslo, raramente. No me encuentro tantos textos maravillosos sobre cómics como me gustaría. Pero también es cierto que no siempre se promueven esos textos, y que las personas que podrían escribir textos fantásticos sobre cómics no siempre reciben el estímulo adecuado para hacerlo, ni tienen dónde hacerlo ni, en definitiva, se lo ha pedido nadie. El caso es que hay un tipo de libro sobre cómic que yo todavía no había visto publicado en España: la colección de ensayos heterodoxos y adultos, que se acerquen al cómic frontalmente, sin pedir disculpas y sin dar explicaciones, desde una perspectiva amplia de la cultura general, no del mundillo especializado. Si algo tenía claro era que, en caso de hacer ese libro, tenía que hacerlo en una editorial que no fuera de cómic, una editorial que tuviese un amplio marco de intereses dentro de los cuales el cómic pudiera presentarse como otro más ante sus lectores, que no tendrían por qué ser necesariamente aficionados de los que frecuentan las librerías especializadas. Y todo esto no es porque haya nada de malo ni en las editoriales de cómic ni en las librerías especializadas, sino porque la idea era salir a un escenario más amplio, al escenario común de la cultura general, compartida, no del nicho para iniciados. Un escenario que pocas veces nos atrevemos a pisar los que básicamente vivimos del cómic.

Con este planteamiento en mente, mi primera elección entre las editoriales que trabajan ahora mismo en España estuvo clara: Errata Naturae representaba justo lo que buscaba. Una editorial que publica tanto ensayo como filosofía y narrativa, y que se ha preocupado de incluir en su catálogo volúmenes dedicados a series de televisión, cine y videojuegos. Si Supercómic tenía sentido, tenía que ser en un sitio como Errata Naturae.

Mientras rumiaba este proyecto, esperando el momento -que al final nunca llega- de que las obligaciones más urgentes me dejaran un rato libre para planteárselo a la editorial, el año pasado recibí inesperadamente una llamada de Errata Naturae. Querían que participara en el volumen dedicado a The Walking Dead, cosa que hice con sumo gusto, escribiendo un artículo sobre el cómic original en el que se basa la serie de televisión. Y ya de paso, aproveché para comentarles mi idea de un libro dedicado a ensayos sobre cómic contemporáneo. ¿Sabéis qué? Resulta que estaban buscando precisamente un proyecto como ése.

A veces, las cosas salen bien casi sin proponérselo.

A partir de ahí, ya sólo ha sido cuestión de seleccionar a un grupo de autores, pedirles un texto y esperar a que lo entreguen. Es maravilloso cuando uno hace un libro y en realidad todo el trabajo duro lo hacen otros. Debo decir que todos los colaboradores han mostrado un trato excepcional y una profesionalidad impecable, y que ha sido un placer trabajar con ellos. Y lo mismo debo decir del equipo de Errata Naturae: Rubén Hernández, Irene Antón y los demás -maquetistas, correctoras- que han trabajado un montón para que este libro quede incluso mejor de lo que había soñado. No sólo han currado una barbaridad, sino que lo han hecho con una amabilidad extraordinaria. Así da gusto.

Ya sólo queda esperar unas semanas para tenerlo en las manos. Me hace muchísima ilusión que este proyecto sea ya una realidad. Espero que si hay por ahí fuera más personas que, como yo, disfrutan leyendo textos excelentes sobre cómic, pasen un buen rato con Supercómic. Es realmente un libro único.

Aunque la semana que viene hablaré de otro que podría ser su hermano, en cierta manera. Pero eso será la semana que viene.

lunes, 25 de febrero de 2013

LA NOCHE DEL MURCIÉLAGO 84: RA'S AL GHUL


(PARTE DEL CAPÍTULO MONDO BATMAN)

RA’S AL GHUL

Pasados los años 40 es muy difícil encontrar villanos que hayan cuajado en la galería de enemigos de Batman, y sin duda la más destacada excepción es La Cabeza del Demonio, Ra’s al Ghul.

La saga de Ra’s al Ghul se inició en “Into the Den of the Death-Dealers!” (Detective 411, 1971), donde conocemos a la Liga de los Asesinos y a Talia, la hija de Ra’s, la cual menciona a su padre, sobre quien O’Neil confesaría que no tenía ni la más remota idea de quién acabaría siendo. Según O’Neil, “Talia fue una chica inventada para servir las necesidades de un argumento concreto, sin pensar en ningún momento en que volvería a aparecer nunca más, ni en que iba a tener un padre, ni nada parecido. Necesitaba una mujer para que el argumento funcionara, así que me inventé a Talia.” Sin embargo, no tardaría demasiado en evolucionar desde ese embrión, ya que al mes siguiente, en Batman 232, se publicaría un relato histórico, “¡La hija del demonio!”, la primera y la mejor historia de Ra’s al Ghul, merecedora de un lugar destacado en la cronología de Batman aunque sólo fuera por su primera página: es de noche y Robin vuelve a su habitación en la universidad de Hudson entrando por la ventana. Al recortarse contra el marco, susurra “¿Quién es? ¿Quién está ahí?” A continuación, unas armas brillan en la oscuridad y el Prodigio Juvenil es tiroteado sin piedad. Después descubriríamos que sólo había sido víctima de balas adormecedoras, pero el poderío de esa página perviviría en el resto de la historia, un excelente guión de Denny O’Neil con “misterio que no lo parece” dibujado por un Neal Adams con el acelerador apretado hasta el fondo. “Creo que comprendimos que, aunque las historias de Batman eran interesantes, sus enemigos habían sido de poca monta -explicaría O’Neil.- Y, como todo el mundo sabe, la medida de un personaje heroico son sus enemigos. Cuanto más fuerte es el enemigo, más fuerte y noble es el héroe capaz de vencer a ese enemigo. Así que recuerdo que, quizás por orden de Carmine Infantino [director editorial de DC en esos momentos] o más probablemente entre Julie [Schwartz, editor de las colecciones de Batman] y yo, decidimos que necesitábamos otro villano realmente bueno para Batman. Y nos pusimos a crear uno.” La inquietante imagen de Ra’s, difícil de situar étnicamente y con un indefinible aire de nobleza mezclado con perversidad, fue concebida en solitario por Neal Adams, que recuerda así cómo lo hizo: “Denny escribió originalmente a Ra’s al Ghul para que fuera un tipo normal y corriente. Me volví loco intentando crear una visualización de este “tipo” sin disfraz. Pero al final lo encontré.” Ra’s es una especie de misterioso emperador africano con 600 años de edad, que resucita después de cada una de sus muertes mediante la inmersión en el Pozo de Lázaro. Su objetivo final es restituir el orden al mundo, para lo cual debe librarlo antes de la plaga que supone la humanidad, o al menos su inmensa mayoría. A sus propios ojos, él es el héroe, y quiere que Batman, el espécimen supremo de hombre y su único heredero digno, se case con Talia para ocupar algún día su trono, cuando él ya no esté. “Son enemigos que tienen un respeto absoluto el uno por el otro -explica O’Neil- porque reconocen que en el fondo son hermanos, o al menos Ra’s lo reconoce. A Ra’s siempre lo he concebido como un hombre muy noble, a su manera, y en cierta forma considerablemente más admirable que Batman. Ra’s quiere limpiar el planeta. Quiere restaurar el orden. Siente que se avecina el apocalipsis, y va a imponer su voluntad al mundo entero para impedirlo. Eso le convierte en un auténtico fascista, pero hacer que los trenes llegaran puntuales tampoco fue algo tan negativo, ¿no? y él extiende eso a todo el planeta. Batman sólo está obsesionado con atrapar criminales. Es una obsesión bastante más innoble que la de Ra’s.” Los repetidos encuentros con Ra’s tenían un lado positivo para Batman: la posibilidad de darse un revolcón con la siempre tentadora Talia, según O’Neil, la única mujer que ha impresionado a Batman. “Talia no tiene complejos sexuales -explica el guionista.- Imagino que habrá tenido amantes, pero su orgullo y su vanidad son tales que ningún amante excepto alguien próximo a la perfección física la satisfacería, y él no es sólo físicamente perfecto, sino mentalmente perfecto. No ha conocido a nadie más hombre que él, y además para ella resulta un desafío superar su condición asexuada y... llevárselo al huerto. Batman no se casa con ella, pero querría hacerlo por la misma razón que ella quiere casarse con él. Sus mínimos también son muy altos, y ella es una mujer impresionante. Es la cosa más bonita que ha visto jamás, claro que dependiendo de quién la dibuje lo es o no lo es, pero asumamos que lo es, y también es terriblemente lista, y terriblemente competente. Es la pareja perfecta para él, excepto que está manchada con el mal.” La saga de Ra’s al Ghul, interrelacionada con la de la Liga de los Asesinos, llegaría a su final en Detective 490 (1980), al menos tal y como la entiende O’Neil: “Iba a cambiar de editorial [para pasar a Marvel] así que esa última historia de Ra’s al Ghul/Talia/La Liga de los Asesinos era mi manera de decir que esos personajes están muertos. Eran mis personajes, yo me los inventé. Tanto el Sensei como Ra’s mueren en el terremoto. Lo hice para que quedaran muertos, y muertos están. Ya no están vivos, y por supuesto que posteriormente los han traído a la vida, pero esos son impostores. Los auténticos murieron en el terremoto. Esa historia está estructurada de forma muy distinta a cualquier otra historia de Batman que yo había hecho. Se abre con mucha acción, todo lo precipitada que yo soy capaz de hacer, sigue durante unos tres cuartos, y después se detiene y se vuelve pausada, muy dialogada. Es el opuesto completo de la estructura que normalmente usaba para las historias de Batman. Le dije al editor lo que iba a hacer, y que existía un 50% de posibilidades de que me saliera bien, y me dijo que me arriesgara. Era mi última historia y me apetecía hacer algo que no hubiera hecho antes, al menos estructuralmente. Era otra manera de decir adiós a los personajes. Yo me jactaba de ser un profesional. La involucración emocional era para los fans. Así que escribí esa historia, y entonces me encuentro a las dos de la mañana corriendo por Washington Square Park en mitad de una tormenta terrible, y de pronto comprendí “Esto no es racional. Esto me está afectando mucho más de lo que pensaba. Mejor que vuelvas a casa antes de te mueras de una neumonía sin poder empezar en el nuevo trabajo.” Y comprendí que echaría mucho de menos escribir Batman y Linterna Verde.

Por supuesto, lo que opina O’Neil sobre el final de Ra’s y lo que opina DC son cosas distintas, y como la propietaria del personaje es DC, no hay mayor discusión. La Cabeza del Demonio ha seguido siendo el más poderoso adversario de Batman durante estos años, pero en manos de muchos guionistas se ha escorado peligrosamente hacia decorados de amenaza global, grandes organizaciones e hipertecnología tipo James Bond. Tres novelas gráficas exploran diferentes aspectos del universo de Ra’s y Talia. En Son of the Demon, Batman y Talia tienen un hijo, pero sólo Birth of the Demon está escrita por O’Neil, y en ella se narra el remoto origen del maligno señor. Recientemente, Ra’s decidió sustituir al reticente Batman por Bane en su búsqueda de un heredero, y desató la espantosa plaga que asoló Gotham City en sus dos últimas macro-sagas, Contagion y Legacy. El propio O’Neil se ocupó de adaptar su historia original para la serie de animación en “The Demon’s Quest”, una aventura dividida en dos capítulos.

lunes, 18 de febrero de 2013

LA NOCHE DEL MURCIÉLAGO 83: POLILLA ASESINA


(PARTE DEL CAPÍTULO MONDO BATMAN)

POLILLA ASESINA

Entre los villanos clásicos de Batman, se suele considerar como el más ridículo a la Polilla Asesina. No contento con ostentar un nombre que apenas podría aterrorizar a alguien más que al Hombre-Abrigo, Cameron Van Cleer lleva un traje a juego. Con su disfraz y sus armas, la Polilla, que debutó en Batman 63 (1951) era un ex-presidiario que intentó convertirse en una especie de anti-Batman que protegiera al hampa del Dúo Dinámico. Acabó convertido en el archienemigo de Batgirl, y, como consecuencia lógica, en el hazmerreír de la profesión supervillanesca. En la serie de dibujos no lo han querido tocar ni con guantes, y sus posibilidades de llegar al cine pasan quizás por la contratación como director de John Waters. Como las penas en compañía se llevan mejor, se unió a Catman y el Hombre Calendario en la procesión de nulidades que fue “Misfits” (Shadow of the Bat 7-9, 1992-93).

lunes, 11 de febrero de 2013

LA NOCHE DEL MURCIÉLAGO 82: POISON IVY


(PARTE DEL CAPÍTULO MONDO BATMAN)

POISON IVY

El amor por la naturaleza llevado al extremo. Desde su primera aparición en Batman 181 (1966), Hiedra Venenosa ha evolucionado de ladrona de poca monta con poderes supervillanescos a psicópata ecologista y cruel manipuladora de hombres. Víctima de los experimentos de Jason Woodrue, el Hombre Florónico, Pamela Isley es inmune a todo tipo de veneno o toxina, lo cual le resulta muy conveniente en sus planes, que suelen contar con ponzoñas vegetales como ingrediente básico. Nunca había ocupado una posición destacada en la galería de villanos hasta los años 90, que han vivido un auténtico florecimiento de Poison Ivy, basado en tres argumentos: 1) es una de las estrellas de la serie de animación, que ha marcado la pauta en cuanto a sus motivaciones, objetivos y medios; 2) ha protagonizado numerosísimas historias en los tebeos, destacando especialmente las escritas por Alan Grant en Shadow of the Bat; 3) tuvo protagonismo estelar en Batman & Robin, interpretada brillantemente por Uma Thurman. Revalorizada completamente gracias a su conexión con un tema tan de actualidad como el de la conservación de la naturaleza, Poison Ivy promete ser una presencia recurrente en el futuro previsible.

lunes, 4 de febrero de 2013

BEOWULF VIVE



BEOWULF
Santiago García y David Rubín
Novela gráfica a color de 180 páginas
Lo publicará Astiberri a finales de 2013

A veces, tener un blog sirve para algo.

Hace exactamente un año escribí en Mandorla una entrada titulada «La muerte de Beowulf», a la que siguieron «Bocetos de Beowulf» y «Cuatro páginas de Beowulf». En la serie daba cuenta de uno de los proyectos frustrados más agridulces de mi carrera como guionista de cómics. No repetiré aquí lo que ya contaba allí, que para eso tenéis las entradas originales, pero el proyecto de Beowulf había sido dulce porque había sido uno de los que había puesto en marcha mi carrera como autor de cómics, y había sido amargo porque Javier Olivares y yo nunca habíamos llegado a finalizarlo. Y diez años después de su inicio, ya era hora de darle carpetazo públicamente, que es la mejor manera de enterrar con dignidad a tus proyectos abortados. Al decírselo a los demás, te quitas definitivamente de la cabeza la idea de que todavía podrían resucitar, que es algo que quema mucho.

Lo hablé con Javier y convinimos en que había llegado la hora de contar a quien le interesara -y a nosotros mismos- que nuestro Beowulf había muerto.

Eso era lo que yo creía.

Al poco de publicar esas entradas, David Rubín me escribe y me dice que ese material no puede perderse, que el proyecto es cojonudo y que quiere dibujarlo él mismo.

KA-BOOM.

No voy a intentar crear ninguna expectación en este relato fingiendo que le di vueltas a la idea ni nada de eso. En cuanto me recuperé del susto, se lo conté a Javier, que acogió la idea con tanto entusiasmo como yo y nos dio su bendición. No sé qué le pasó por la cabeza a Javier en ese momento, porque sé que para él Beowulf también ha sido algo muy importante durante diez años, pero si mostró su generosidad al aceptar emprender el proyecto conmigo en su día, mostró aún más al animarnos ahora a David y a mí a recuperarlo y hacerlo nuestro. Gracias, Javier.

Y así, mientras David todavía estaba enfrascado en ese monumental trabajo que ha sido El Héroe 2, empezamos a preparar nuestro Beowulf.

Digo nuestro porque desde el primer momento tuvimos claro que David Rubín no iba a dibujar el Beowulf de Javier Olivares. El Beowulf en el que nos hemos embarcado David y yo es el Beowulf de Santiago García y David Rubín, flamantemente nuevo y fabricado a medida desde cero.

Por mucho que Javier haya sido una de las influencias formativas de David, éste ya se ha consagrado como un autor maduro, con una personalidad propia y arrolladora, con su propia visión del cómic y con su propia manera de entender el dibujo, el color y la narración. Lo que podía funcionar con Javier no tiene por qué funcionar con David. Lo que funciona con David no tenía por qué hacerlo con Javier. Yo, por mi parte, no soy el guionista primerizo de 2002. Pregúntale a cualquier guionista si quiere que alguien dibuje ahora un guión que escribió hace diez años, tal cual. Ya verás lo que te dice.

Este Beowulf es una obra completamente nueva, con un guión completamente nuevo, escrito pensando en el estilo de David, en su forma de visualizar las páginas y en las ideas que ha ido compartiendo conmigo durante el año pasado.

Y ha sido el tebeo más fácil y más difícil de escribir de toda mi vida.

Ha sido el más fácil porque, si ya en 2002 era una historia que me había acompañado toda mi vida, ahora volvía a ella con diez años más de experiencia, un montón de páginas publicadas y muchas colaboraciones con diferentes dibujantes a mis espaldas. Es decir, es una historia que tengo muy masticada, y ahora sé mejor que entonces lo que me hago.

Pero ha sido muy difícil porque mientras escribía el nuevo guión iba viendo como nacía El Héroe 2. Y a medida que éste iba pasando por fases y se iba convirtiendo en lo que ha acabado siendo, cada vez me sentía más intimidado por su fuerza monumental. Cuando todos vosotros por fin tuvisteis El Héroe 2 en las manos lo recibisteis con el júbilo y el alborozo con el que se recibe a una obra de semejante envergadura. Cuando yo lo leí completo, fue un momento casi fúnebre. Casi me entró la risa nerviosa. ¿Así que a Beowulf le tocaba salir al escenario después de El Héroe 2? Me sentí como si tuviera que salir a tocar después de Kiss en 1975.

Afortunadamente, la banda que me iba a acompañar era precisamente Kiss.

Si hay algo que me ha animado a ir más allá de todo lo que me sentía capaz de hacer y a escribir sin miedo, y diría que hasta con una temeridad salvaje, ha sido la presencia de David animándome desde el primer momento. Su entusiasmo incandescente, su energía arrolladora. David en persona es como dibuja: un huracán. Y si no quieres que te lleve por delante, tienes que clavar los pies en el suelo con mucha fuerza. Escribir con David (porque Beowulf lo hemos escrito entre los dos) ha sido toda una experiencia. Más que como si hubiera salido de una experiencia creativa intelectual, me siento como si hubiera salido de una experiencia física agotadora. Una caminata por las montañas en pleno invierno, por ejemplo. Que es algo muy de Beowulf.

Y ahora David está dibujando unas páginas acojonantes. No las vamos a enseñar todavía, aunque si habéis estado este fin de semana en Angulema puede que las hayáis visto circular por allí. Y si todo sale como esperamos, para final de año Beowulf estará a la venta en las librerías.

Antes de terminar esta entrada, sólo me queda una cosa más que quiero decir públicamente: Gracias, David.

El caso es que durante estos últimos años más de una vez y más de dos me he preguntado para qué escribo este blog. Ahora ya lo sé.

Ha merecido la pena.

POSTDATA: A lo largo de este año espero publicar unos cuantos libros y tebeos más. Algunos de ellos saldrán incluso antes que el Beowulf. En las próximas semanas iré anunciando estos proyectos en Mandorla.

LA NOCHE DEL MURCIÉLAGO 81: PINGÜINO


(PARTE DEL CAPÍTULO MONDO BATMAN)

PINGÜINO

Uno de los cuatro adversarios básicos de Batman, el Pingüino ha aparecido en todos los medios que han transmitido las aventuras del Señor de la Noche y, sin embargo, su éxito sigue resultando incomprensible 57 años después de su primera aparición, en Detective Comics 58 (1941). En su autobiografía, Bob Kane explica así la génesis del Pingüino: “Creé uno de mis más famosos personajes, el Pingüino, después de ver un pingüino pequeñito muy gracioso en un paquete de cigarrillos Kool. Los pingüinos siempre me habían parecido pequeños hombrecillos gordos con smoking. Así fue como dibujé al Pingüino. Bill Finger inventó los trucos de “Hombre con Mil Paraguas” que el Pingüino usaba contra Batman.” Por otra parte, Finger cuenta en la History of Comics de Steranko que “El Pingüino salió de un artículo del Saturday Evening Post sobre los pingüinos emperador. Parecían caballeros ingleses de algún club estrafalario. Decidí que el personaje tenía que tener dos cosas: un disfraz tipo smoking con sombrero de copa y un paraguas. Inventé paraguas con truco, armas que le daban personalidad. Decidí hacer que fuera un villano gracioso, pero de una manera diabólica. Usé el tema de los pájaros. Compré libros sobre los pájaros y recopilé cientos de artículos como referencia.

Las dos primeras apariciones del Pingüino son francamente sobrecogedoras, no sólo por el salvajismo del que hace gala el pequeño delincuente, que deja a su paso un reguero de cadáveres, sino porque consigue eludir la persecución del frustrado Dúo Dinámico. Sin embargo, resulta evidente que los sucesores de Finger y Kane en la serie no han sabido qué hacer con él, lo cual no ha sido obstáculo para que recurrieran a su grotesca figura una y otra vez, alcanzando su esplendor, lógicamente, durante los extravagantes años 50, en el mundo irreal y caricaturesco concebido por Dick Sprang.

Burgess Meredith supo darle vida sin apartarse un milímetro de la versión viñetera, convirtiéndolo en el mejor de los villanos de la serie de TV, aunque sin darle ningún fundamento o motivación nuevas. La gloriosa serie de animación de los noventa, inspirada a la hora de aprovechar al máximo el material más endeble de los tebeos, tampoco ha hecho gran cosa con el Pingüino, al que ha dotado de una mirada más torva, pero no de un rumbo como villano. Al final, es indiscutible que la versión suprema del Pingüino es la que encarna Danny DeVito en Batman Returns, alejada de todas las demás pero mucho más llena de energía que cualquiera otra. “El Pingüino siempre fue el personaje que menos me gustó -explicaría Tim Burton- porque no tenía sentido de la manera que sí lo tenían el Joker, o Batman, o Catwoman. No tenía la misma energía simple y extravagante que tenían ellos. A lo que me refiero es a que ¿qué se supone que es el Pingüino en realidad? Yo pensaba que si alguien iba a llamarse “El Pingüino” tenía que haber una razón para ello. En ese aspecto de la película es en el que realizamos una mayor labor de creación. Fue una invención que tuvo tanto que ver con el guión como con Danny DeVito, conmigo mismo y con todo el mundo, desde los de maquillaje hasta los de los trajes. Seguimos el proceso de llevarlo lo más lejos que pudimos sin perder el espíritu original hasta que quedó realmente transformado. Trabajamos muy duro, pero fue una de las partes más gratificantes de la película.

Los tebeos también se han aplicado últimamente y, aunque no han podido seguir el radical ejemplo de DeVito, han encontrado otras vías. Teniendo en cuenta que nunca se le ha presentado como un criminal demente de los que acaba en Arkham, como el Joker o Dos Caras, los guionistas le han conducido hasta una nueva posición. El Pingüino actual es un jefe mafioso al que no se le puede imputar nada, un amo del hampa escudado en la tapadera de un club nocturno que gusta de la buena vida y las mujeres hermosas, y que tiene cierta afición por la ornitología, pero no por cometer con sus propias manos crímenes ridículos y comprometedores.