miércoles, 7 de julio de 2010

DIANA ENGUANTADA

Al hojear el primer volumen de las tiras de prensa diarias de The Phantom (Hermes Press, 2010), que me llegó hace unos días, lo primero que me llama la atención es... bueno, la primera viñeta. En realidad es la segunda, porque la primera es una viñeta de texto acompañada de un dibujo icónico de un barco. Es, en todo caso, la primera viñeta que muestra una escena, y en ella vemos a Diana Palmer soltando un guantazo a un tiarrón. Sorprende que una serie de aventuras se presente inmediatamente con la escena de acción por antonomasia -el puñetazo-, pero aún más que ese puñetazo lo esté propinando una chica, y que esa escena resulte, incluso hoy en día, tan inconfundiblemente erótica. Estamos hablando, al fin y al cabo, de 1936, y de una historieta que se publicaba en prensa para toda la familia.

Sorprende todavía más que el héroe protagonista no aparezca hasta la última viñeta de la quinta tira, exactamente en este dibujo tan poco espectacular que vemos aquí debajo, y que es, echando cuentas, el 21º de la serie:

Por comparación, Terry y Pat aparecen en la primera viñeta de la primera tira de Terry y los piratas, Dick Tracy en la primera de su serie, Annie la huerfanita en la primera de la suya, Li'l Abner en la primera tira de la que lleva su nombre y Flash Gordon en su primera página dominical. Sólo el Príncipe Valiente se retrasa hasta la tercera de su propio título. Es, por tanto, algo extraordinario. En el caso del Espíritu-Que-Camina, ¿algo casual o planeado por los autores?

Quiero decir algo sobre los autores, ya que los he mencionado, o al menos sobre el dibujante. Aunque cuando yo leía El Hombre Enmascarado de pequeño la imagen del personaje era propiedad completa de Sy Barry, cada vez que tropezaba con alguna vieja historia de Ray Moore me sentía completamente hipnotizado. Me ocurre también ahora, al revisar este primer volumen que cubre los dos primeros años de la serie. Moore me hace sentir la fascinación por lo primitivo. Si se hubieran dibujado cómics en las paredes de las cuevas, habría sido con el estilo de Ray Moore.

De pronto, tengo ganas de leer este tomo.

4 comentarios:

Nonchalant Debonair dijo...

A mí también me llamó la atención el hecho de que The Phantom tardase tanto en aparecer y que lo hiciese de forma tan discreta. Y también me resultó llamativo la presencia de Diana Palmer ya desde el principio y en esos términos. Creo que es algo buscado en aras de la comercialidad. Primero se pasa varias tiras con diversos modelos ligeritos de ropa, y segundo siempre en una actitud en absoluto pasiva. Es como si los autores quisieran presentar a una mujer moderna y atractiva, un personaje diferente con su carga erótica y de acción.

Por otra parte, la discreta aparición de The Phantom, no sólo en esa tira, sino en las siguientes, pretende darle un aire de misterio. No olvidemos que al principio jugaban con la idea de que fuera el alter ego de un petimetre indolente. The Phantom sería el misterio y Diana el espectáculo. Incluso la temprana aparición de gansters sin escrúpulos apuntan hacia esa orientación más adulta de la tira.

Bernardo Vergara dijo...

La etapa de Falk y Moore mola mucho, sí. Pero a mí el que me sigue hipnotizando hoy en día es Wilson Mc Coy. Cuando sea mayor quiero dibujar como él. :-)

Sy Barry, en cambio, siempre me pareció muy frío y muy ortopédico; nunca pude con él.

elpablo dijo...

VIVA WILSON MC COY!
estoy con bernardo, menudo MOSTRACO!
además, es casi como winsor mccay pero no. wilson. winsor. mccoy. maccay.
sí, tengo el cerebro frito, demasiao que he podío pensar (y escribir!) algo que no esté relasionao con el partío de esta noche!
y la viñeta esa es súperguarra!

infame & co dijo...

lo de wilson mc coy era una gozada, la gabardina de cuadros, las gafas redonditas y que para ir de incognito se ponía el sombrero PERO SEGUÍA CON EL PASAMONTAÑAS.
Y los homenajes que le hacia gallardo eran buenísimos (igual que la imagen de diana)
Cualquier viñeta ampliada es genial (las historias eran todas iguales esos si)