martes, 29 de marzo de 2011

SIN LA MUERTE


Hoy me ha llegado Marvel Masterworks: The Amazing Spider-Man 13. Sin lugar a dudas, el tebeo más caro de mi vida. Incluye, entre otros, los episodios 121 y 122 de Amazing Spider-Man, que a estas alturas de mi vida ya he debido de comprar, en diferentes formatos, unas veinte veces. Es decir: nunca he pagado tanto por un tebeo, y me temo que probablemente no sea la última vez que lo pague. Para quien no esté enterado, esos son los dos episodios en que mueren la novia de Spiderman, Gwen Stacy, y su mayor enemigo, el Duende Verde, y se publicaron originalmente en 1973. Ante quien no estuviera enterado, me disculpo por el spoiler con casi 40 años de retraso.

El volumen incluye una nueva introducción de Gerry Conway, donde se explaya sobre las circunstancias que rodearon a aquello que él mismo llama un Momento Crucial (Turning Point) en la historia del cómic norteamericano. Algunos extractos:

«Como he explicado en otro sitio (...), yo fui el primer guionista en hacerse cargo de Spiderman como encargo habitual cuando Stan Lee dejó de escribir cómics a jornada completa. Cómo y por qué la serie más importante de Marvel acabó en manos de un chaval de 19 años de Queens es una historia para otro momento».

«Lo que sí sé, sin embargo, es que en manos de otro guionista, con una personalidad diferente, tal vez más maduro, tal vez más sensato, las historias que conté en colaboración con John Romita, Gil Kane y Ross Andru no habrían sido contadas tal y como las contamos nosotros, y los cómics de hoy en día serían muy distintos, creativamente.
"Para empezar, tía May podría haber sido la víctima inocente que el Duende Verde arrojara desde el Puente de Brooklyn (¿o fue el Puente George Washington?), no Gwen Stacy.
"Harry Osborn podría no haber perdido a Mary Jane Watson como novia; podría no haberse convertido en el Duende Verde después de la muerte de su padre.
"El Castigador no habría nacido nunca.
"Y la Saga del Clon no habría hecho que la continuidad de Marvel fuera un lío en los 90.
"Sin la muerte de Gwen Stacy, ¿habría habido un Tony Stark alcohólico?
"Sin la caída mortal de Gwen, ¿habría conocido Daredevil a Elektra?
"¿Se habría vuelto tan oscuro Lobezno?
"¿Se habría vuelto gris Hulk?
"¿Se habría dejado barba Thor?
"¿Habría recibido el Capitán América una bala disparada por Ed Brubaker?»

«En ese punto [cuando empecé a escribir Amazing Spider-Man], John había trabajado con Spiderman más que nadie salvo Stan. Entendía a los personajes mejor que nadie.
"Y él quería matar a tía May».

[Como no estaba satisfecho con la idea de matar a tía May] «Ofrecí una víctima diferente, cuya muerte sería aún más inesperada que la de May Parker: la novia de Peter, Gwen Stacy.
"Tal vez os sorprenda a los que suponéis que el escándalo que siguió a la muerte de Gwen fue algo que esperásemos y que planeáramos, pero la verdad es que nadie -ni Stan, ni John, ni Roy [Thomas]-, nadie pensó que aquello fuera La Gran Idea».

«La reacción general en redacción fue el equivalente editorial a un encogimiento de hombros: claro, por qué no, vamos a hacerlo».

«Así que cuando llegó el momento de que Spiderman salvara a la chica que amaba de la muerte segura, me pareció natural que fracasara.
"Pero ni siquiera eso era suficiente.
"Mientras miraba los lápices de Gil, su preciosa representación, casi propia de un ballet, de la caída y del desesperado pero vano intento de Spidey de salvarla, me llamaron la atención dos cosas:
"Uno... No me parecía lo bastante dramático.
"Dos... Parecía algo a lo que debería de sobrevivir.
"Algunos personajes habían caído desde alturas mayores en los cómics y habían sido detenidos sin sufrir lesiones. ¿Entonces por qué Gwen no podía sobrevivir a una caída como ésta?
"Bueno, pensé, tal vez ya estuviera muerta cuando el Duende la tiró. Pero, si ya estuviera muerta, eso haría que el intento de Peter de rescatarla fuera absurdo, incluso patético: lo contrario de trágico. Y en cualquier caso, ¿por qué se molestaría el Duende en arrojarla desde un puente si ya estaba muerta para empezar?
"Así que decidí que no estaba muerta cuando cayó.
"Lo que significaba que había muerto durante la caída.
"¿Pero cómo? ¿Cómo podía matarla una simple caída, especialmente cuando el dibujo mostraba claramente que Spidey había conseguido atraparla...?
"...Por el tobillo.
"Nunca le pregunté a Gil qué pretendía dar a entender al hacer que la telaraña de Spiderman atrapara a Gwen por la pierna exactamente en ese punto, creando justo ese arco, con el torso y el cuello y el pelo arqueándose hacia atrás como si fuera un apóstrofe invertido. Con toda probabilidad, Gil solo estuviera intentando llevar a cabo un diseño elegante. Pero lo que dibujó tenía repercusiones desde el punto de vista de la física, y aún más importante, desde un punto de vista dramático y emocional.
"Spiderman se sentía atormentado por la culpa por no haber actuado [para salvar a su tío Ben], y por el conocimiento de que por no haber actuado alguien a quien amaba había perdido la vida. Ahora, mirando el dibujo de Gil, decidí mostrar que a veces, incluso un héroe que emprende la acción puede fallar a las personas a las que ama.
"A veces intentar hacer el bien es tan futil como no hacer nada en absoluto.
"A veces, las cosas malas suceden.
"Snap.»

Únicamente un breve comentario por mi parte: así es exactamente como funcionaba en su mejor versión el cómic industrial a la hora de producir arte. La autoría por comité crea áreas de exclusión donde el resultado final se eleva por encima de las expectativas y hasta el talento y las intenciones de aquellos que lo producen. Es una magia anónima que a veces produce hallazgos inalcanzables para el más brillante de los artistas individuales. Efectivamente, la muerte de Gwen ha sido un eje del cómic norteamericano durante décadas, y el hecho mismo de su muerte, el procedimiento específico que la produce, ha estado en el centro de todas las discusiones como un extraño mecanismo perverso imposible de desactivar, un elemento distorsionador innombrable, casi diríamos un punctum. Y es lo etéreo de la muerte de Gwen, lo inexpresado de la misma, su cualidad inaprensible e incomprensible -y por tanto inapelable-, lo que la convierte en una genialidad que no es obra de nadie, sino en un subproducto del proceso mismo, como un zarpazo del inconsciente que asoma en medio del estridente colorido chillón de la página pulp, un silencio enorme que oculta una verdad que pone en peligro todo el sistema del cómic americano. La muerte de Gwen pasa ante nuestros mismos ojos, y sin embargo, no la entendemos. No la vemos. Nadie podría haber escrito algo así, y, en efecto, nadie lo escribió. Era real, por tanto.

Un Momento Crucial verdaderamente, señor Conway.

Como homenaje a Gil Kane, un par de cosillas que aparecen también en este volumen.

Los lápices de la página 18 de Amazing Spider-Man #122 (la página donde muere el Duende Verde), que resulta muy interesante comparar con la versión finalmente publicada.



También, los lápices de la página 3 de The Amazing Spider-Man #123, que me parecen de una rara belleza tal cual, desnudos y sin textos. Compárese, de nuevo, con la versión acabada, aunque en esta ocasión no por confrontar los cambios, sino cómo se modifica el conjunto con el añadido de la tinta, el color y las palabras.



Más sobre el Spiderman de Gerry Conway, Gil Kane y Ross Andru:

15 comentarios:

TEBEOBIEN dijo...

como todos los de mi generación, lo leí mayorcete. yo me quedé helado. no me lo podía creer. ok, sabía que la pava la palmaba, pero tronco, no ASÍ. no de ESA MANERA.
para los chavales del momento, tuvo que ser un golpetazo. es tan seco que, efectivamente, te lo crees. y claro, cambió el panorama de pe a pa, cómo no iba a hacerlo. habían matado a la novia de spiderman, por amor de dios.
en fin, una barbaridad, sí. a mí, de ese número, particularmente me chiflan las tres viñetas del final, cuando MJ cierra la puerta. madre mía, que cosa más acojonante.

Santiago García dijo...

Esa página final del #122 es apotéosica. Ya hablamos de ella, ¿recuerdas?:
http://santiagogarciablog.blogspot.com/2010/01/puertas-que-se-abren-puertas-que-se.html

Ahora que lo pienso, puede que esa página por sí sola cambiara de golpe mi visión del cómic. Aquel día me senté a esperar que llegaran Clowes, Ware y Vives, ja ja.

De todos modos, esos dos episodios de Spiderman están llenos de páginas y viñetas apoteósicas. Por ejemplo, cuando Peter se marcha de la casa de los Osborn, mirando al frente, y dejando atrás a su amigo que le pide ayuda.

Realmente allí cambió todo. De golpe, pum, y sin que nadie se diera cuenta en el momento, como siempre.

TEBEOBIEN dijo...

no recordaba ese post, jojo.
ufff, sí, y la cara de peter, loco perdío. gil kane al límite.
y la última vez que ve a gwen, que ni se despide, como en la vida, macho. no te despides de quién va a morir de repente.
cuando se llevan el cadáver, 'spiderman la mató'. y el refugio del duende, un puto almacén hecho polvo. un almacén, tronco.
y la muerte de osborn. empalado, madre mía.
y todo eso, después de un número donde se liaba a tortas con la masa, jaja. madre mía si iban a cambiar las cosas.

Pepo Pérez dijo...

Acabas de preguntar en el twitter cuál es el tebeo favorito de cada uno, Tebeobien. Bueno, yo elijo esos dos episodios. Al fin y al cabo, son los dos que más veces he releído, estudiado, mirado, vuelto a leer y, sí, como dice Santiago, comprado en diferentes versiones. Es arte hecho en la industria, sin duda. Y está muy bien, Santiago, que hayas señalado una cosa crucial (aparte de lo de la autoría colectiva) en el post: lo del SNAP! no estaba en el guión originalmente. Salió a partir del dibujo. Conway vio el dibujo y le inspiró ese toque magistral. Nunca se llega a decir la causa de la muerte, no se verbaliza de hecho, pero con esa sola onomatopeya (que salió de contemplar el dibujo) se estaba simbolizando todo lo que el propio Conway dice en el prólogo que has traducido. Que actuar significa también fracasar, que hacer lo mejor que puedas no garantiza que las cosas salga bien y, por supuesto, que la vida implica siempre que salgan tan mal como ahí se escenificaba. Y eso desde el dibujo. Lo cual, por lo menos a mí, me recuerda de dónde sale el cómic y cómo empezó a construirse allá por el XIX más o menos: desde el dibujo, de poner un dibujo tras otro, y otro y otro. Visual. El dibujo tiene su propia lógica, su propia magia, las imágenes, el pensamiento sensorial, "mágico", inspiran las ideas, el pensamiento de la palabra, el pensamiento racional, intelectual.

Pepo Pérez dijo...

En fin, una obra maestra del cómic y desde luego un Turning Point para la historia particular del comic book americano. A partir de ahí llegó la oscuridad: El Castigador, Lobezno, y, poco a poco pero sin tregua, el tono cada vez más oscuro que terminaría explotando en los ochenta. Los episodios de duelo de Peter Parker que siguen a la muerte de Gwen son devastadores. Siguen siendo deprimentes aun releídos con ojos no ingenuos de adulto.

Pepo Pérez dijo...

Lo de Conway es sorprendente, siempre me ha parecido fascinante, hacer ese tipo de cosas, tener esas ideas,con esa edad, o precisamente por eso, por tener 19 años cuando escribía un personaje que tenía su misma edad aproximada. Pero lo de Kane y Romita en esos dos episodios, madre mía, qué festival. Diseño, dibujo, tintas. Los dos en la cumbre de sus facultades.

TEBEOBIEN dijo...

ponlo en twitter!
lo leíste chaval, pepo? yo tendría ya 19 o 20 años, eh?

Pepo Pérez dijo...

no, yo lo leí con 12 años, me dejó impresionado toda la mañana, lo recuerdo perfectamente. Un sábado por la mañana, me lo prestó un amigo del colegio. Me levanté temprano, como solíamos hacer todos cuando teníamos "material" para leer en el fin de semana, me lo leí varias veces y estuve toda la mañana embobado. En aquel momento me pareció la cosa más adulta que había leído hasta entonces en un tebeo. Y era verdad.

David dijo...

A mí me ha gustado mucho la entrada.
No fue la muerte de Gwen la que me marcó (aunque también), sino el tebeo de la de Elektra (y no la muerte de Elektra/que también)... sino que en ese episodio de Forum Daredevil soltara la mano de Bullseye (eso sí fue como eeeeeeeeh?)
Por cierto... los cambios que hacen los lápices de Kane son más que significativos en la primera página.
Un estupendo post (como los que se marcaba Pepo (a ver cuándo vuelves). Un saludo.

gervilches dijo...

Yo lo leí también ya con cierta edad, en una reedición en blanco y negro que sacó Forum en tomo unos añitos antes de que editaran las Bibliotecas Marvel. Y es un bombazo, sí. A mí sólo hay un tebeo de Spider-man que me guste más: el Amazing 50. Pero la muerte de Gwen es, como decís, un antes y un después. Eso sí, me dan retortijones cada vez que pienso que en los 90 se sacaron de la manga que Norman no estaba muerto, que estaba de parranda. Se cargaron toda la poesía de la historia original. Pero bueno, no fue lo más gordo que hicieron en aquella época.

Un saludo.

The Watcher.

PAblo dijo...

La secuencia del empalamiento del Duende Verde sigue siendo espectacular.

Yo lo leí también con ocho o nueve años en la edición de Bruguera y se me quedó grabado.

Eso sí, también recuerdo que esos primeros tebeos Bruguera, bastante inconscientemente por mi parte, acabaron convertidos en recortables con los que decoré una carpeta asquerosa de cartón porque en aquella época me fascinaban los dibujos de los Kane, Romita y demás y no me planteaba lo de coleccionar los tebeos...

Unos cuantos añitos después, casi nada ha cambiado (salvo que ya no hago recortables con los tebeos y me escandalizo con según qué recoloreados ;-D).

Impacientes Saludos.

David dijo...

Yo recorté el Superman-Spiderman que igual me lo regalaron con ¿siete-ocho?...
¿Qué puedo alegar?... No había juguetes de Spiderman, era muy niño... y me gustaba tanto Andru y esos dibujos de Spiderman(ja,ja).
En fin... a veces me acuerdo de aquello.

Octavio B. (señor punch) dijo...

Ay amigos, qué TEBEAZO, rediós...
yo tendría, no sé... rondando los diez, doce...
Curiosamente, y lo pongo en la palestra, otro fuertísimo recuerdo asociado a esta historia es su CONTINUACIÓN. en el siguiente nº spider es acosado por Power Man-Luke Cage, y la furia de Spider, siempre asociada al luto (a ese luto, a ese dolor rabioso, culpable, impotente) era... no era un superhéroe, no era un Superman brillante y bueno. era humano, rabioso, impotente y con ganas de hostiar a lo que se le pusiera por delante. O así lo recuerdo yo.
Una coda impensable, por su crudeza, en la Marvel de 2011, ¿no?

Pepo Pérez dijo...

Anoche me acordé de esto. Los bocetos de Gil Kane para el #121 de Amazing Spiderman, todas las páginas del número.

el tio berni dijo...

Yo voy a decir una cosita que os va a hacer mucha risa...

Creo que no he leído este número.