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jueves, 8 de diciembre de 2011

EL HOMBRE DE LOS GRANOS


Creo que lo que más me ha impresionado de mi ruinoso ejemplar de Crime Must Pay the Penalty! #23 (1951) es este anuncio de un remedio contra el acné juvenil que aparece en el interior de portada. El dibujo del supuesto médico que ofrece el frasco con la solución en su mano es tan siniestro que no desentonaría en alguna historieta perdida de Paco Alcázar entre Todo está perdido y Silvio José. Claramente, se llama Lázaro y va a engañar a esos niños desesperados por la marginación social que les produce su cara horriblemente picada. Y el propio lema  que preside la página ya resulta ominoso: «Meet the Man...» parece la introducción de una película de terror. Hoy en día, un anuncio así sólo lo haría Miguel Brieva.

Con estas cosas nos hemos criado algunos.

jueves, 3 de junio de 2010

PARA EMPEZAR

Me lo recomendó un amigo que no es sospechoso de ñoñería y no se equivocó. Al final (Kókinos, 2010), el cuento para niños que acaban de publicar Silvia Nanclares y Miguel Brieva, es un tesoro. Libro-juego interminable, repleto de lecturas secretas y de detalles significativos, denota un serio esfuerzo por reinventar los tópicos del relato iniciático infantil dotándolos de un significado vivo y actual. Y se nota. Se nota la implicación, el compromiso y el talento de los autores en un libro que escapa a la neutralidad a menudo anodina de muchos de los productos que genera ese inmenso sector del mercado. Brieva es Brieva al 100%, con su característico despliegue gráfico obsesivo que utiliza para crear un mar de fondo a través del cual filtrar a los niños su habitual crítica a la sociedad de consumo, pero al mismo tiempo es un Brieva menos irónico, que acude sinceramente al rescate de los chavales perdidos y sin mapa en el país de los productos falsos.

Por supuesto, éste no es un blog de literatura infantil, pero es que Al final también es interesante para los adultos que estamos muy metidos en los tebeos. Y no sólo porque su autor sea uno de nuestros historietistas más importantes ahora mismo, sino porque Al final viene a ser otra de esas obras que ponen en cuestión definiciones y conceptos de cómic que venimos arrastrando inercialmente desde hace mucho tiempo. Al final no es realmente un cuento (de prosa) ilustrado. Al final es una narración en imágenes acompañada de texto. Como 1-Hervir un oso y otros títulos que están apareciendo cada vez con más frecuencia, Al final demanda que revisemos conceptos que habíamos adoptado con demasiada pereza y poca crítica. O abrimos los brazos del cómic a los heterodoxos, o acabaremos atomizando el tebeo en una Babel de viñetas.