lunes, 12 de noviembre de 2012

LO PEOR HA LLEGADO


Miguel Ángel Martín y Antonio Altarriba, 
en la Alhóndiga de Bilbao, abril de 2011

La Alhóndiga de Bilbao ha suprimido la beca otorgada a autores de cómic que venía concediendo desde hace unos años. Podéis leer más al respecto en Entrecomics.

Hace año y medio escribí un post en Mandorla titulado «Lo mejor está por llegar». En él repasaba brevemente lo que había sido mi presencia en La Alhóndiga en 2011, cuando precisamente participé en el jurado que otorgó la última beca adjudicada, gracias a la cual ahora mismo Josep Domingo está realizando una novela gráfica en Angulema. Lo que me encontré en La Alhóndiga fue un centro cultural moderno y activo, abierto a la sociedad en la que estaba insertado, con actividades culturales y sociales que iban de lo deportivo a lo cinematográfico, pasando, por supuesto, por una fantástica biblioteca. Gracias en gran medida a la labor de Antonio Altarriba, el cómic había encontrado su hueco dentro de ese núcleo de vida social y cultural en el centro de Bilbao. Durante el tiempo que estuve en sus instalaciones, asistí a una charla de Altarriba con Miguel Ángel Martín, participé en otra yo mismo, y junto con los propios Martín y Altarriba, más Pepe Gálvez y Jesús Moreno, seleccioné los que más me gustaron de los trabajos presentados a la beca que finalmente ha recaído en el mencionado Domingo. Al mismo tiempo, se estaba celebrando un taller de cómic dirigido por Toni Guiral, Jesús Redondo y Roberto Bergado. La actividad en torno al cómic era vibrante, pero al contrario de lo que estamos acostumbrados a ver en festivales y eventos especializados, no existía dentro de una burbuja propia, exclusiva para aficionados y especialistas, sino que estaba integrada dentro de la maquinaria más grande de La Alhóndiga, haciendo de esta manera que se filtrase de forma natural a la sociedad en general.

Recuerdo lo mucho que me impresionó la calidad de los trabajos presentados a esta beca. Había decenas de proyectos publicables, algunos propuestos por autores que ya tenían obra en el mercado, pero otros muchos firmados por talentos completamente desconocidos. Y recuerdo el dolor de no poder otorgar quince o veinte becas, y confiar en que, de la misma manera que la existencia de la convocatoria había servido de estímulo a muchos de los candidatos para materializar aquel proyecto que llevaba tanto tiempo dándoles vueltas en la cabeza, el no haberlo conseguido en esta ocasión no les desanimara, haciéndoles desistir de sacar adelante sus cómics. Al fin y al cabo, habría otras oportunidades.

O eso pensé yo entonces.

La beca que concedía La Alhóndiga es una ayuda económica que se complementa con la colaboración establecida con la Cité Internationale de la Bande Dessinée et de l'image, un organismo francés que, entre otras cosas, posee una institución llamada La Maison des Auteurs, sita en Angulema, la capital europea del cómic, y destinada a fomentar la creación de obras nuevas. El ganador de la beca Alhóndiga, pues, recibía su ayuda económica para ingresar en la citada Maison, donde podría desarrollar en condiciones óptimas el proyecto propuesto, hasta convertirlo en un cómic real, final y acabado. Y hasta ahora, los ganadores de la beca Alhóndiga habían cumplido sobradamente con ese mandato. Clara-Tanit Arqué hizo así ¿Quién ama a las fresas?, Lola Lorente, Sangre de mi sangre, Martín Romero, Las fabulosas crónicas del ratón taciturno, Álvaro Ortiz, Cenizas, y Alfonso Zapico, Dublinés, que, con toda la ironía del mundo, acaba de ganar precisamente el premio nacional del cómic. Estoy seguro de que, sin la beca, algunas de estas obras no habrían llegado a publicarse nunca, o estarían aún a estas alturas arrastrándose penosamente por la mitad de su producción mientras su autor intentaba ganarse la vida con algún trabajo alimenticio por el día para pasar las noches dibujando entre cabezadas.

Venimos de una Cultura de la Transición donde el vicio de la subvención sectaria ha extendido una peste sobre la cultura española, y no diré que sin motivo, pero no se me ocurre un proyecto más adecuado y legítimo para estimular la creación que el que suponía esta beca que acaba de suprimirse. En Estados Unidos, un país poco sospechoso de practicar la caridad cultural con sus autores, las becas Xeric, instituidas en 1992 por Peter Laird, uno de los cocreadores de las Tortugas Ninja, han ayudado a decenas de dibujantes a hacer realidad sus proyectos: Adrian Tomine, Jason Lutes, Anders Nilsen, Jeff Lemire, James Sturm o Tom Hart son algunos de los muchos artistas que se han beneficiado de sus posibilidades. Todos han enriquecido la cultura de su país, igual que Clara-Tanit, Lorente, Romero, Ortiz y Zapico habían hecho con la nuestra. Igual que sin duda hará Domingo cuando termine su trabajo. La beca de la Alhóndiga no era sólo entregar dinero a un autor, era ponerle en una situación privilegiada para el aprendizaje en un momento de su vida en que necesita una ayuda que ninguna institución pública o privada española le ofrece. En la Maison des Auteurs se dan cita dibujantes de todo el mundo, cada uno con su propio proyecto, circunstancias, ideas y visiones, y la relación que se establece entre ellos contribuye a ensanchar su visión de una forma inigualable. Cuando estuve en Colombia, la autora norteamericana Sarah Glidden, en la actualidad residente de la Maison, me hablaba de los dibujantes españoles que allí se encuentran. Ese espíritu internacional es algo que necesita desesperadamente nuestro cómic, como el resto del país, por supuesto, cuya mirada tiende repetidamente a rebotar en los Pirineos y volverse siempre hacia dentro.

Es una verdadera desgracia que la Alhóndiga haya decidido eliminar esta beca y, de paso, todas sus actividades relacionadas con el cómic, incluido el taller que impartían Guiral y otros. Desconozco los motivos, pues a la hora de redactar este post no he leído ninguna explicación oficial. Por lo que me han comunicado extraoficialmente algunas personas, no parece que la justificación sea la tan socorrida crisis, sino un cambio de dirección aplicado por la nueva directora, Lourdes Fernández. Desconozco a qué motivo se debe, pero no sólo como participante del jurado que otorgó la última beca, sino como persona que se siente vinculada al cómic español, creo que es una fatalidad para nuestra historieta que se pierda esta oportunidad excepcional. El año pasado escribí con optimismo que «lo mejor está por llegar» porque las actividades de la Alhóndiga presagiaban una dinámica muy fructífera para el cómic, y sobre todo la posibilidad de consolidar una trayectoria que, con el tiempo, produjera efectos positivos sobre nuestro panorama cultural. Ahora me encuentro con que lo peor ha llegado. Sin saber el motivo, todos esos esfuerzos, proyectos e ilusiones quedan desmovilizados, quizás en el momento en que más necesitaban un punto de apoyo para salir de la depresión que nos somete.

Sé que entre los profesionales del cómic la noticia ha causado consternación, y que hay personas que están trabajando para expresarla. Si se redacta alguna carta o comunicado colectivo al respecto, lo publicaré aquí para el conocimiento y la adhesión de quien esté interesado.

11 comentarios:

Unknown dijo...

Tal y como lo planteas, como una (desgraciadamente, ya antigua) ayuda al comic español, tal vez debería competer a una institución estatal ayudar a nuestro comic. La Alhóndiga es un centro local, de Bilbao. La nueva dirección no es un golpe de estado, ha sido llamada por las autoridades competentes, y la crisis, yo creo, que SÍ tiene mucho que ver. Es una pena lo ocurrido, pero como centro de artes varias, supongo que se impulsarán otras manifestaciones culturales, como el arte contemporáneo, la arquitectura, la fotografía... En la Alhóndiga, y en Bilbao, no todo es cómic. Quedémonos con lo que ha sido, y con una mediateca que tiene una cantidad de comics accesibles al público muy importante. Un saludo.

Pepo Pérez dijo...

Pernan, pero la pregunta es, creo yo, ¿por qué siempre le toca al cómic el primero? Artes visuales, arquitectura, fotografía, intervenciones con residuos urbanos sólidos (ahora mismo entre las próximas exposiciones de la Alhóndiga), teatro, danza y música... pero ya no cómic. ¿Por qué?

Mireia Pérez dijo...

Pernan, en este caso es más que probable que la justificación esté lejos de ser económica...
¿Cuántas becas/premios para cómic quedan ahora en España? Se pueden contar con los dedos de una mano :(

Quedarse de brazos cruzados está fuera de lugar.

Unknown dijo...

En Alhóndiga Bilbao se han suspendido en el último año bastantes exposiciones, de todo tipo. En Bilbao, también la crisis acabó con Abisal, un espacio importante de arte, y se suspendió Jet Lag Bio, un evento de artes, deporte, cultura street, skates, graffitti, concierto, cocinas del mundo, etc, promovido por el ayuntamiento de Bilbao. En Aviles, el centro Niemeyer también recortó brutalmente la actividad. Por no hablar del cierre de cientos de salas de cine en nuestras ciudades. Los que vivís en Madrid vivís cómo la música en directo en los bares está siendo masacrada desde hace años. Etcétera, etcétera... No sólo nos están dando leña a nosotros. Las causas, a grosso modo: politiqueo, crisis, corte de rollo... Pero quiero romper una lanza a favor de la nueva dirección de la Alhóndiga de Bilbao. Lourdes Fernández fue llamada por el Ayuntamiento de Bilbao para dirigir la Alhóndiga de Bilbao, y está claro que iba a girar el centro hacia el arte contemporáneo, (LF fue directora de ARCO durante años) frente a una dirección anterior muy centrada en literatura y comic. Yo espero y deseo que se siga celebrando el "Autoeditados", y que el cómic reciba las ayudas que se merece.

Unknown dijo...

Mireia, yo no me voy a quedar con los brazos cruzados. Creo que se pueden hacer muchísimas cosas, y creo que las hago, los que me conocéis lo sabéis. Pero me da pereza reconquistar la Alhóndiga para el reino del cómic. Es que creo que la Alhóndiga, para la generalidad de la población de Bilbao, que es para lo que es y se ha creado, con la nueva dirección, va a ser más apropiada.

Pepo Pérez dijo...

Creo que todos estamos al tanto de que LF fue directora de ARCO... También es que, claro, la idea de arte contemporáneo cambia dependiendo de cada uno... Y luego, sinceramente, estoy repasando la programación del año pasado y veo un poco de todo: cine, literatura, artes visuales, etc. Hubo hasta un curso de yoga. Por cierto, sobre artes visuales en Bilbao, pues no sé, es la ciudad del Guggenheim, ¿no? Aparte de un Museo de Bellas Artes estupendo, etc.

Pepo Pérez dijo...

Lo que te quiero decir, Pernan, es que a mí me parece mal que se recorte en cualquier campo de la cultura, pero lo que está claro, y creo que coincidirás conmigo, es que hay muchos más apoyos para las artes plásticas, en Bilbao, en Barcelona, en Madrid y hasta en Málaga, que para el cómic... Entonces, si para cuatro cosas que estaban dando al cómic, nos las quitan, me parece que estamos perdiendo mucho más proporcionalmente que autores de otras disciplinas... Y la cuestión es que esta beca de cómic estaba ayudando mucho a nivel internacional, más allá de Bilbao. Con una cantidad módica, y alojamiento que pone de su cuenta el CIBDI de Angulema, no Alhóndiga...

Unknown dijo...

Pepo, estoy bastante de acuerdo con lo que dices, en casi todo. Me parece fatal que se recorte en cultura. Pero hay cosas en la que no estoy de acuerdo:
- Hablas de autores de comic, y lo planteas como si en el mundo hubiera autores y entidades que ayudan a los autores. También hay públicos variados. Como bien dices, la Alhondiga tiene una florida programación. Yo he organizado cosas en Alhóndiga, mucha gente de Bilbao lo ha hecho. Pero Alhóndiga no es exactamente un centro de producción. No es lo mismo la Alhóndiga que el Ministerio de Cultura, creo.
- Y por lo que conozco, un poco, a pintores, escultores, cineastas de Bilbao, también están perdiendo mucho, no sé si más o menos que los comiqueros, pero vamos, esto no es jauja. El Guggenheim, ¡ja!, a los autores de por aquí, cineastas, comiqueros o bertsolaris, nos ha perjudicado, ya que muchísima pasta (Premio Gure Artea, p. ej.) que iban a autores, se gastó en titanio, que por otra parte está guay porque así hay turistas, hoteles, restaurantes, etc... Pero a nosotros, los artistas, autores, comiqueros, nos ha perjudicado. ¿Por eso vamos a por LF? Creo que estamos sufriendo decisiones políticas que se están dando en esferas superiores a los técnicos y directores de los centros culturales.
Por otra parte, creo que se puede intentar pedir explicaciones a la dirección de Alhóndiga. Se puede intentar hablar con Lourdes Fernández, antes de encender las antorchas, y trasladarle todo esto, preguntarle por qué ha anulado la beca de Angulema.
La gestión cultural es algo muy espinoso. Pone en entredicho hasta la figura del autor, o la premisa que ayudar al autor = ayudar a la cultura. Hay más cositas, p. ej. el Gob vasco saca el bono cultura, etc...
Sobre todo quiero insisitir en:
- ESto es complicado
- No creo que la crisis no tenga nada que ver con el hostión al comic que han dado en Alhóndiga.
- No creo que LF sea la (única) mala de película.
- Pasemos ya de la Alhóndiga, el mundo es muy grande!
- LA Alhóndiga es un sitio para la población bilbaína (para que los padres lleven a sus hijos a pasear entre sus columnas, entre otras cosas),.
- El mundo no se divide entre autores de cómic y la Alhóndiga.

Perdonad que sea tan pesado... Ya me empiezo a repetir mucho. Corto. (Podéis escribirme a pernan arroba gmail.com)

max dijo...

Con crisis o sin ella, el cómic siempre es el primero en recibir la bofetada. Hace tres años el Ayuntamiento de Palma creó el Premi Ciutat de Palma de Cómic, dotado con 6.000 euros. Lo ganaron Gabi Beltrán y Tomeu Seguí con el proyecto de "Historias del barrio", uno de los mejores libros del año pasado. Al año siguiente, van y se lo cargan con la excusa de la crisis (pero no se cargan los Ciutat de Palma de Artes Plásticas, novela y poesía). El sector del cómic local montó un buen pollo en la prensa y, tras entrevistarse con el político de turno se consiguió que rectificaran, así que este año se ha vuelto a convocar. O sea, que a veces la presión consigue cosas.

Pepo Pérez dijo...

La beca AlhóndigaKomik son 12.000 euros anuales (como máximo), para un centro que se gastó el año pasado casi 11 millones de euros (y más del 45% de sus actividades fueron autofinanciadas).

Octavio B. (señor punch) dijo...

si se mueve algo yo estaré paricipado: Alhóndiga era/es algo MUY bueno, asentado entre autores, crítica y, diría, lectores, como un marco de creatividad importante.
Me da igual si la cultura toda sufre: si es un ataque a la historieta (y lo es, ¿sí o sí?) hay que levantar la voz para que llegue nuestra preocupación ante hechos como esta caída de telón (sin explicaciones, por la puerta de atrás, de un modo bajo, vamos). Me gustan los cómic, los defiendo. Si al ballet clásico o al teatro de calle les va mal, estoy seguro que tienen también sus acólitos y defensores, y me alegro por ello: todo es cultura y como acabo de escuchar ayer a una "famosa" persona del Instituto del Patrimonio Cultural de españa (sobre otro tema, pero viene que ni pintado), "sin cultura, sin patrimonio, perdemos nuestra identidad". El cómic es una parte, más o menos pequeña, pero es.
Defenderlo y firmar donde toque es parte creo que ética de todos los que hacemos públicamente algo por el medio (a veces, sin cobrar un duro, por amor al medio)