Invincible Iron Man empezó bastante bien, con una historia de ciberterrorismo mundial muy intensa titulada "Las cinco pesadillas", que ya ha sido recopilada en tomo. Durante el último año, Invincible Iron Man ha estado dedicado a una larga historia titulada "El más buscado del mundo", que ha sido todavía mejor. La premisa, para aquellos que no estén muy al día en el Universo Marvel actual: la agencia gubernamental de superespías S.H.I.E.L.D. (que en su día dirigiera Nick Furia) ha sido sustituida por H.A.M.M.E.R., dirigida por Norman Osborn, el Duende Verde. Un supervillano, por tanto, está al mando de la fuerza de seguridad más importante de Estados Unidos, y el último director de S.H.I.E.L.D. fue precisamente Robert Downey Jr.... o sea, Tony Stark, perdón. Como una ley había obligado a todos los superhéroes a registrarse ante el gobierno, revelando sus identidades secretas en un documento confidencial, ahora Norman Osborn, en virtud de su nuevo cargo, tendría acceso a todos esos secretos vitales y podría exterminar a todos los superhéroes, utilizando para ello ni más ni menos que a las fuerzas de seguridad del estado. Sólo hay un pero: toda la información referente al registro de superhéroes está almacenada en el cerebro de Tony Stark, como si de un disco duro se tratara, y éste no piensa entregársela a Osborn. Por el contrario, Stark emprende una huida por todo el mundo, perseguido por las fuerzas de H.A.M.M.E.R., en la que va saltando de taller secreto en taller secreto, borrándose en cada estancia una parte de su cerebro para impedir que los datos sensibles lleguen a manos del archivillano. Lo malo: cada vez que Stark borra datos de su cabeza, también borra una parte de su inteligencia. Y a medida que Stark va siendo menos listo, se ve obligado a utilizar armaduras menos sofisticadas, en una suerte de regresión a lo largo de todos los años de evolución tecnológica de Iron Man. El cerco, como es de suponer, se va cerrando episodio tras episodio.
Lo que me gusta de Invincible Iron Man es que tiene todo lo que me gustaba de Iron Man de pequeño (el Hombre de Hierro era uno de mis personajes favoritos; tengamos en cuenta también que tenía como 20 ó 25 personajes favoritos), y además tiene cosas nuevas que nunca tuvo el Iron Man original pero que debería haber tenido. Conserva ese sentimiento de desesperación del Iron Man de George Tuska, que siempre se estaba llevando las manos al pecho porque le estaba fallando la placa pectoral en el momento más inoportuno, esa especie de irreductible deseo de seguir adelante a pesar de todas las adversidades, y añade un escenario mundial repleto de tecnología punta y de ciencia-ficción y política-ficción plausibles. En realidad, si hubiera que trasladar las historias actuales de Iron Man a la pantalla, el formato ideal no sería una película cinematográfica, sino un informativo de la CNN.
Matt Fraction escribe con una soltura tremenda -le he leído otras cosas y no me han entusiasmado como ésta-, utilizando todos los trucos del manual, pero utilizándolos con mucho acierto: la serie es una máquina de producir puntos de giro continuamente. Evidentemente, el modelo son las series de televisión de la última década, como para tantos cómics americanos actuales. Pero más allá de lo que uno piense de esta tendencia en general, el caso es que en Invincible Iron Man han conseguido recrear esa adrenalina adictiva típica de 24, Perdidos o Battlestar Galactica en sus mejores momentos, y lo han conseguido sin traicionar el espíritu de un personaje Marvel con más de 40 años de historia a las espaldas. El éxito corresponde también al apartado artístico, por supuesto, pues Salvador Larroca y Frank D'Armata proponen un paisaje de tecnología punta que funciona como representación y a la vez como comentario de la serie: la realidad virtual a través de una estética de hiperrealidad virtual. El amor por la máquina, el erotismo del acero reluciente y las planchas metálicas con remaches, la pasión por el cableado y los monitores digitales, están en cada texturizada viñeta de Invincible Iron Man.
Mi primer impulso es pensar: "De niño habría flipado con esta serie". Pero pensándolo mejor, tengo mis dudas. Invincible Iron Man es una serie muy de nuestros días, rabiosamente de 2010. Los viejos fans de superhéroes con frecuencia tienden (tendemos) a lamentarnos de que los tebeos de hoy sean mucho peores que los de antes, pero eso, sencillamente, es mentira. Los tebeos de superhéroes de hoy son, por lo general, mucho mejores que los de antes. Son mucho mejores en calidad de producción, tanto en guiones como en dibujo. Están más trabajados, más meditados, son más complejos, más matizados, más osados en sus planteamientos y en la forma de llevarlos a cabo. Llegan al punto de que, cuando están bien hechos, como es el caso, pueden entretener perfectamente a un adulto sin obligarle a rebajarse o a ponerse en modo infantil. Por eso dudo de que Invincible Iron Man me hubiera alucinado de pequeño: dudo que lo hubiera entendido. Es demasiado celérico, demasiado cínico, demasiado elíptico, demasiado sucio para leerlo con ojos de niños. Por supuesto, cabe preguntarse si este aumento en la sofisticación de los tebeos de superhéroes hace que ahora sean realmente mejores -más eficaces en su función, más productivos como herramientas de la imaginación- que antes. Pero eso es un debate demasiado amplio para tratarlo aquí, donde sólo quería dejar constancia de que este Invincible Iron Man es, en este momento, mi curro favorito.
CODA: Matt Fraction es uno de los autores que aparecen en The Comics Journal 300, en su caso en conversación con Denny O'Neil. Allí dice: "La serie de Iron Man que escribo se lanzó cuando estrenaron la película, y no tuve acceso especial a ninguna información que no tuviera cualquier otra persona. De hecho, vi el trailer el mismo fin de semana que todo el mundo vio el trailer y eso fue todo lo que sabía, aparte de lo que había leído en Variety sobre a quién habían elegido para el reparto. Intenté intuir todo lo que pude sobre cómo sería la película. Lo que consideré que era mi misión para aquella primera saga era que tenía que escribir un cómic para gente que llevaba toda la vida leyendo Iron Man y para gente que iba a entrar en una librería de cómics el sábado después de ver Iron Man el viernes por la noche con la intención de echarle un vistazo al tebeo de Iron Man. Entonces, ¿cómo coges a gente que sólo conoce el cómic, cómo coges a gente que sólo conoce la película, y cómo los sintetizas de forma que consigas a ambos?"
6 comentarios:
Iron Man también solía ser uno de mis favoritos. Es un gran concepto que todo su poder estuviese en su armadura, además, al ir desarrollándola evolucionaban sus poderes. Las etapas de Bill Mantlo y David Michelinie/Bob Layton molan mucho. El que no es de mis favoritos es Salvador Larroca..
varias cosas:
1. pa mi que quesada ha entendío el mensaje de stan the man en un punto fundamental, el del show. los tebeos de la marvel de ahora son muy de ahora, eso ta claro, con sus teasers, sus promos y tal. amos, que te lees los previús y dan ganas de leerlos. punto para ellos.
2. ahora bien, las ventas siguen en caída libre, parese ser. lo que dise el fraction este: '¿cómo coges a gente que sólo conoce el cómic, cómo coges a gente que sólo conoce la película, y cómo los sintetizas de forma que consigas a ambos?' ahí creo que está el quid. es la otra lecsión de stan que, lejos de ser el faro en la niebla, se ha convertío en un problema gordérrimo: la continuidad. continuidad que sigue siendo la espada de damocles que está ensima de las cabesas de todo el que se ponga a trabahar en marvel. lo del rollo ultimate les ha salío medio bien... pero no dejan de ser versiones de los originales. no se avanza, no se 'continúa'.
3. ahora bien, dises que los tebeos de súpers de ahora molan más que muchos de los de antes, pero claro 'si están bien hechos'. reconosco que a mi me gustó mucho lo que hiso joss whedon con la patrulla, por ejemplo, aunque el rollo teleserie cercena la creatividás a muchos dibujantes. joer, esas viñetas en scope... son storyboards hi-tech!
4. así que el rollo de dividir las series en temporadas de dose números estaría de puta madre... si los tebeos fueran baratos. pero hostia, es que valen 3 pavos! pa eso se espera uno al peiperbac y santas pascuas. con lo que cada clifjanguer que se prepare el guionista cada mes se va al caraho, porque ya tienes el tomo y la grasia se desactiva.
5. la movida, pienso, es que visto que la dc resetea su universo cada dos por tres seis y la jugada sigue sin salirle bien, esa opción está out. cuál es la salida entonses? mandarlo to al caraho y empesar de nuevo, con nuevos personajes, nueva dinámica? se atreverá alguien? alguien que no sea jim shooter, claro, jojo!
6. ahora, visto el éxito de los formatos en sine y tv (mirad 'smalville')está claro que la gente quiere VER superhéroes, aunque a lo mejor pasa de LEERLOS...
7. resumiendo: puede que los tebeos sean mejores, pero los personajes siguen siendo los mismos de hase un millón de años. y esto ES TERRIBLE. por si no ha quedao claro, mi duda, mi angst dramática es (y creo que lo dije el otro día)lo que pasará cuando lleguemos al 2099 y spiderman siga siendo peter parker, y lo que es peor, la tía may siga siendo LA TÍA MAY.
FIN, jojo, menudo rollo me he marcao!
el pablo: me he tirado media hora escribiéndote una respuesta más larga que tu comentario y se ha ido a la mierda cuando le he dado a publicar... ¡Ha sido una intervención divina, así que lo dejaré correr!
jojo, vaya tela!
Daré por perdidas todas las chorradas que decía yo y me limitaré a copiarte un par de párrafos de Matt Fraction que había puesto en mi mensaje perdido y que hacen alusión a algunos de los temas que tocas. Ya que el post era sobre Invincible Iron Man, me parece que lo más adecuado es que él tenga el protagonismo. Como antes, están sacadas de la conversación que Fraction mantiene con Denny O'Neil en el Comics Journal #300. "Fraction: Continuidad: creo que la continuidad es el demonio. [O'Neil se ríe]. Soy un fan de la coherencia; creo que la coherencia es la palabra clave. ¿La continuidad? Pues a ver, leo cómics desde hace 30 años, y mis padres leen cómics desde que yo los escribo profesionalmente, y cada vez que entro en un terreno peliagudo en el que no estoy seguro de si mis padres van a poder seguir lo que está pasando, es como si se levantara un banderín rojo. Así que intento hacer que las cosas sean tan accesibles como sea humanamente posible, y tan coherentes con la historia y la continuidad como pueda. Pero en el material más cargado de continuidad, y yo escribo Uncanny X-Men, me encuentro en un campo de minas de continuidad gran parte del tiempo, e intento evitar ser excluyente, incluso cuando estás atrapado en esos grandes crossovers o cuando las corrientes del macrorrelato fluyen en una determinada dirección. Sigo pensando que hay formas en que se puede escribir eso y hacerlo lo más accesible posible para cualquiera. Me han dicho que Stan Lee decía que cada cómic es el primer cómic de alguien. Aunque no soy fan de que los personajes hablen con logos y expliquen a todo el mundo cuáles son sus poderes y qué hacen cada dos viñetas, creo que hay una forma de escribir esas historias que hace que sean accesibles a los recién llegados y que al mismo tiempo sean satisfactorias para los que llevan tiempo leyendo. O'Neil: Y la falta de accesibilidad es la mayor queja que oigo de personas inteligentes a quienes les gustan los cómics". Así que ya ves, elpablo, Denny O'Neil en persona te está llamando inteligente. Un poco más adelante, Fraction menciona otro tema de los que comentas tú. "Fraction: Bueno, es cierto, ahora que los recopilatorios y los tomos son un modelo emergente de ventas, lo que funciona en una revista de 22 páginas cada 30 días podría quedar como una basura si Reed Richards se dedicara a recordarle a todo el mundo cada 22 páginas que fueron los rayos cósmicos los que le dieron esos fantásticos poderes . Sería como Memento o algo parecido".
pues eso. le echaré un vistaso al tebeorl, por sierto, a ver si me mola!
hostia, la comprobación de palabra para comentar es 'debaser'! hala, me la pongo just now...
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