lunes, 26 de diciembre de 2011

LA NOCHE DEL MURCIÉLAGO 23: EL CASO SIN CRIMEN


(PARTE DEL CAPÍTULO LAS MEJORES HISTORIAS DE BATMAN)

EL CASO SIN CRIMEN

Win Mortimer

Detective Comics 112 (1946)

Casi la segunda parte del anterior, en esta delicada y rara joya el Detective Enmascarado aparentemente tampoco consigue desentrañar el misterio, pero por fortuna ahí está Bruce Wayne para llegar hasta donde no llega el superhéroe. La magnitud del caso planteado es ridícula. No se trata de detener al Joker, ni de impedir que un megalómano conquiste el mundo, ni siquiera de arrestar al último amo del crimen de Gotham. En una tienda de disfraces de la que son clientes Bruce Wayne y Dick Grayson, desaparecen 99 dólares exactos. Nadie sabe qué ha pasado con ellos, y se trata de la cantidad precisa de dinero que basta para, sin ser una calamidad económica, destruir completamente la confianza que existe entre cuatro personas: el dueño, el gerente y la joven pareja de empleados. Repleta de humanidad, esta comedia humana ve a Batman y Robin correr ciudad arriba y abajo para encontrarse con la dependienta disfrazada de Catwoman que finge un robo de joyas en un baile de disfraces cuyo premio quería ganar para restituir el dinero desaparecido y el buen ambiente; al dependiente empeñado en el mismo objetivo, pero queriendo pegarse con un matón de feria para conseguirlo; al gerente entrando sigilosamente en la tienda el domingo con las mismas intenciones, y enzarzándose en la oscuridad con el propietario, que iba allí con igual objetivo. Todos quieren devolver el dinero que nadie se llevó, pero eso no solucionaría el problema de la confianza al que Batman y Robin dedican horas que podrían emplear en perseguir algún delito serio. Pero ése es el espíritu de la historia, una comedia humana cargada de ternura que, con Estados Unidos recién salido de una guerra devastadora, exalta el valor de los individuos, su decencia y su bondad, y lo hace forzando una sonrisa a pesar de las circunstancias, portando el estandarte del New Deal. Moviéndose con la ligereza de pies y el emotivo desenfado de un Lubitsch adaptado al tebeo, “El caso sin crimen” se beneficia del trabajo extraordinario del siempre brillante Win Mortimer, que aquí depura las constantes gráficas de los tebeos de Batman de la época para dibujar con un estilo completamente suyo, a medio camino entre la fluidez de Robinson y la rotundidad del modelo Kane.

1 comentario:

Antonio Jesús Reyes dijo...

Olé.
Con tal reseña, ya ni falta hace leérselo.
(Es un decir)
Enhorabuena por el excelentísimo blog.