miércoles, 21 de diciembre de 2011

EL DESENCANTO (AVENTURAS PORNOPOLÍTICAS DE UNA CHICA EN LA ESPAÑA POSTFRANQUISTA)


Este domingo en el Rastro desenterré esta joya por dos euros de uno de los puestos del Campillo: Simplísima. Aventuras pornopolíticas de una chica en la España postfranquista. Monjas masoquistas, mujeres desnudas torturadas por nazis, policías reprimiendo manifestaciones de progres a palos. Y la Sagrada Familia. Todo junto en la portada. Ya me diréis si era como para dejarlo pasar. Los datos: álbum de 44 páginas en blanco y negro, con guión de Julio Amat y dibujos de Jaime Romeu. Publicado en 1980 por Bufafurats Comics.

Simplísima, como su título ya apunta, es una novela (gráfica) picaresca que sigue la clásica ruta de la pérdida de la inocencia de la protagonista a través de sucesivos encuentros sexuales. En la primera escena encontramos a Pilar, apenas una adolescente, a punto de abandonar el nido familiar para integrarse al mundo del trabajo en unos grandes almacenes. Allí es donde se produce su desfloración, a manos (u otras extremidades) del jefe de sección, que nada más verla decide que debe pasársela por la piedra, como a todas las demás empleadas.

Efectivamente, ésta es sólo la primera de muchas de las escenas que nos resultan de alarmante actualidad hoy en día, 31 años después de la publicación original del libro.

Aprendida su primera lección, Pili vuelve a casa, donde, todavía no repuesta del soponcio, es violada por su padre:

Quebrada la fe en el sistema económico capitalista y en la institución familiar, a Pili sólo le queda el recurso de refugiarse en la paz espiritual de la fe, y aconsejada por el padre Venancio, ingresa en un convento. Pero allí no tarda en descubrir la dolorosa realidad de la vida de clausura:


Rebotada del convento, se redescubre a sí misma en brazos de Rubén, un activista de un partido de izquierdas que le enseña una nueva fe, la política. Pili se entrega completamente a la causa, y finalmente eso le lleva a entregarse al líder del partido, un tipo con apariencia de millonario que se desplaza en Rolls Royce, cena en los mejores restaurantes de la ciudad y tiene acciones de General Motors, al tiempo que predica el comunismo. El Líder izquierdista intenta violar a Pili en su lujosa mansión con espejos en los techos, pero tras un primer gatillazo, sólo lo consigue cuando la ata y azota con un látigo, disfrazado de nazi:


Llegados a este punto, el desencanto de Pili con todas las instituciones sociales, familiares, económicas, religiosas y políticas es absoluto, y una vez realizado su aprendizaje, toma la determinación de vengarse del mundo. En su misión le apoyará Marqués, un misterioso personaje mefistofélico que ha sido testigo de todos sus tropiezos, y que finalmente le abre los ojos a su propio poder. Marqués es el mentor de la heroína.

En su camino de venganza, Pili se hará millonaria recurriendo al chantaje y el asesinato. Precisamente ese instante culminante lo subraya una de las (muchas) páginas magistrales de Simplísima, donde Tánatos y Eros chocan con una crueldad y un cinismo perturbadores:


Pili celebra su boda con el rico heredero a quien sólo quiere por sus caudales con una fiesta a bordo de un yate. Allí reúne a todos los personajes -amigos, amantes- que ha conocido a lo largo de su pasado, y los hace volar por los aires. Empieza así una nueva vida desde cero, libre del peso del pasado, acompañada únicamente de su fiel Marqués.

Hay una salvaje amoralidad en la venganza de Pili que acaba por imponerse a la fuerza del erotismo. Al final de su viaje, Pili, feliz, elige y rechaza a quien quiere y en las condiciones que quiere. Tras un coito playero en un paisaje paradisíaco, su amante, desconsolado por la indiferencia de Pili, le suplica amor, y ésta contesta: «Intento estar por encima de las cosas... debajo ya estuve. ¡Adiós!»

Ha completado su transformación en supermujer. En la última escena, mientras pasea por la playa, sólo le puede acompañar el viejo y servicial Marqués, que es de este mundo, «pero no de este tiempo». Sólo el hombre dócil y castrado, el criado útil, es tolerado en presencia de la diosa.

Pero más que como manifiesto feminista, Simplísima impresiona como proyecto político. Tomado como alegoría de la Transición, en la que Pili representaría a la naciente democracia que se va desencantando de los intereses espurios y viejunos de cada sector de la sociedad que intenta aprovecharse de ella, plantea que la única salida es dinamitarlos a todos, romper sin remordimientos con el pasado y empezar de nuevo a partir de los valores inmutables y auténticos, los que ya están pasados de moda, como Marqués.

Hoy sabemos que realmente la profecía era real, y que la Transición fue una violación en serie de la democracia cuyas consecuencias estamos pagando ahora, pero la clarividencia de Amat y Romeu en 1980 es verdaderamente escalofriante.

Éste es un verdadero cómic de autor de su tiempo, un tiempo extraño y mistificado, donde profesionales baqueteados que tenían una larga experiencia como dibujantes de agencia intentaban reconstruir un arte de hacer cómics libre, a partir de las fórmulas y los géneros del pasado. Romeu, ya cincuentón por entonces, es un dibujante clásico, pero de dotes considerables, que aquí se atreve incluso a plantear viñetas tan osadas como ésta: un contrapicado donde ha desaparecido el plano del suelo sobre el que se alzan los personajes:


No digo que la idea sea precisamente un éxito, pero el hecho de planteársela demuestra que Romeu está intentando romper con todo lo aprendido y descubrir nuevos resquicios para seguir haciendo cómics modernos. Las aventuras de Pili son pornopolíticas, y la palabra no puede definir mejor el instante: el destape tiene un sentido político, la política tiene un sentido pornográfico. Hacer tebeos es algo urgente y radical, y el país avanza con rabia y con impaciencia hacia algo desconocido. Y avanza con desencanto, también. Porque a veces, el momento en que permitimos que nazca una esperanza es el momento en que empezamos a sentir la decepción.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por la reseña de esta joya del cómic.

Acabo de descubrir tu blog. Lo seguiré con interés.

Un saludo desde Vallecas.

WOLFVILLE dijo...

Y es que se encuentra calidad y mensajes profundos en los lugares más insospechados.

Un saludo.

Santiago García dijo...

Gracias por vuestros comentarios.

Un saludo desde Arganzuela.

Anónimo dijo...

Felicidades. Interesante post como siempre, aunque personalmente no comparto en absoluto esa visión de la transición. Con ese "sabemos" quieres decir "yo pienso" no?

Unknown dijo...

Hola!
Gracias x esta entrada!
Soy hija del dibujante Jaume Rumeu.
Saludos!

Santiago García dijo...

Gracias a ti por tu comentario, Iris.
Os recomiendo a todos que os paséis por el blog dedicado a Jaume Rumeu, Un mar d'estrelles:
http://unmardestrelles.blogspot.com

Unknown dijo...

Solo me quedan 25 días para poder conseguirlo,necesito vuestras aportaciones!!! ...Gracias !!!
http://www.verkami.com/projects/4850