lunes, 18 de julio de 2011

LUJO, CALMA, VOLUPTUOSIDAD Y GARRIRIS


Hace muchos años, un personaje del tebeo underground español fue un icono mundial. Era un perrito que se transformó con un par de retoques en Cobi, la mascota de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. Javier Mariscal fue quien realizó ese pequeño acto de magia que ya no se ha vuelto a repetir. Porque Javier Mariscal, diseñador de fama mundial, resulta que era también dibujante de tebeos. Viendo el impresionante volumen de Los Garriris (Sinsentido, 2011) que se acaba de publicar, diríamos casi que era, ante todo, dibujante de tebeos.

Dibujante de tebeos de talento y alcance internacionales, que por sus esfuerzos ha sido recompensado por el mundillo del cómic español con el desdén, la burla y el olvido. Así nos va.

Mariscal publicó historietas a los largo de los 70 en cabeceras ya legendarias del underground español, hasta que este se canonizó en los 80 con El Víbora. Sus páginas también aparecieron entre las de la constelación internacional de dibujantes que Art Spiegelman y Françoise Mouly desplegó en el mítico Raw (junto a Tardi, Tsuge, Swarte o Martí, entre otros) y sus Garriris acabaron recogidos en un álbum de la colección Misión Imposible, verdadero tesoro del cómic español de los 80. Después, el silencio. Mariscal se ha pasado décadas en otros menesteres. El cómic español, también.

Y ahora ha regresado con este tomazo de Los Garriris que no es exactamente la recopilación definitiva de sus viejas historias. El libro, desde luego, toma como punto de partida el material antiguo, pero Mariscal lo ha redibujado, remontado, recoloreado y remezclado con otros materiales artísticos (ilustraciones, pinturas, bocetos) hasta dotarlo de nueva vida y convertirlo en algo actual, y no en un ejercicio de nostalgia o de arqueología. Debo decir que esto no es algo que se pueda hacer con cualquier tebeo vanguardista de los 80, pero con Los Garriris funciona perfectamente, y casi diría que es ahora cuando mejor encajan sus historietas con el panorama general del cómic. Hoy se puede concebir que la proyección del cómic como arte contemporáneo no es una idea descabellada de un alucinado, sino la inspiración de un visionario. Hoy se comprende que el puente que tendió Mariscal desde George Herriman acaba en la otra orilla en Juanjo Sáez, y deja muy atrás referentes coetáneos como Keith Haring. Porque hay una modernidad implícita en Los Garriris que es verdaderamente clásica. Los tebeos de Mariscal están más allá del tiempo, habitan el reino platónico de las ideas perfectas donde solo son un esqueleto puro, sublime y lleno de potencial por realizar.

Leer Los Garriris es sumergirse en un estado de ánimo hedonista. De pronto, estamos a la orilla del mar, solo pensamos en la fiesta y en relajarnos, somos a la vez muy inocentes y muy golfos. Unos golfos apandadores, casi. Colores muy básicos y muy primitivos nos guían por un mundo de líneas sencillas y vivas. La actividad arquetípica de los garriris es la pesca, y eso es exactamente lo que es cada una de sus historietas: el acto gráfico de pescar. Mariscal echa unas líneas -el sedal, la caña, la playa- y espera que la inspiración pique. Y en el mar fértil de su imaginación, siempre hay algo que sacar. Es solo un juego, pero es el juego más importante del mundo. A veces toda la tradición del viejo tebeo está presente de forma explícita, como en la antológica «Nos vemos esta noche nenas», y a veces está implícita, como en la maravillosa «Crash» que es, para mí, toda una tesis sobre la obra de Coll en cuatro páginas de dibujos. Como en las mejores obras de la novela gráfica contemporánea, Mariscal reelabora los materiales del viejo tebeo y los depura hasta dejarnos lo más provechoso y válido para nuestros tiempos. Quizás por eso, repito, ahora es cuando Los Garriris parecen más espléndidamente oportunos.

Por su contenido y por la calidad de la edición, Los Garriris es tal vez el libro más bello que haya dado el cómic español. A partir de él, podemos hablar de cosas serias, de cosas de humor, de cosas de garriris.

Y porque me apetece y porque Los Garriris me lo pide, dejo esto aquí:

8 comentarios:

TEBEOBIEN dijo...

cobi reigns! turulato perdido me ha dejado el libro. tenía ganas de que lo sacaras a pasear.
para mí ha sido un descubrimiento del mariscal escritor. me flipa cómo hablan los garriris. bueno, no hablan, saltan de alegría. sus chistes tontinos me parecen buenísimos. los pescaos demandando a la pantoja! jojojo
del festival de dibujo, pa qué. es impresionante.
y ahora, acudiendo a tu razonamiento, bueno, puede que si el mariscal dibujante de tebeos vuelve ahora, es porque AHORA puede hacerlo. no? olvidemos el pasado! miremos el futuro!
http://www.youtube.com/watch?v=iBNf7qPC4ko

Álvaro Pons dijo...

Un libro espléndido, maravilloso...
Aunque sobre la obra de Coll, disiento :), la mejor tesis que se ha hecho sobre ella la firma Micharmut en Raya: Migrañas Infernales. O de cómo reescribir a Grimm desde la visión de Coll.

Álvaro Pons dijo...

Nunca se ha ido de los tebeos, TEBEOBIEN, nunca se ha ido... :)

TEBEOBIEN dijo...

no es que nunca se haya ido, álvaro, sino que lo han ninguneado desde los tebeos, como apunta santiago.

Gabriel dijo...

Yo creo que sí que se fue y además estuvo encantado de hacerlo. Que lo ningunearon, pues también. Suma y sigue y llega el olvido. Pero vamos, que todos colaboraron: crítica, lectores y el mismo Mariscal.

Pepo Pérez dijo...

Increíble momento de vergüenza ajena cuando el año pasado, aprovechando lo del cartel de la Mostra, saltaron sobre él algunos aficionados (nunca mejor dicho) para burlarse de su dibujo, de su trabajo.
Repetimos. Burlarse un dibujante tan irrepetible, tan genial, como Mariscal.

Sin más comentarios.

Sí, bueno, algún comentario sobre el libro de LOS GARRIRIS. Que es impresionante. Y que su editor ha tenido el gusto y el buen hacer de editarlo. Brindis al sol, en la playa, al lado del mar, por ellos.

Pepo Pérez dijo...

(Si no lo digo reviento: Mariscal, PEDAZO DE DIBUJANTE)

rayco dijo...

Mariscal, otro ilustre en la lista de profesionales que no les quedó otra que emigrar de un medio pero que (algunos) revisitan muy de cuando en cuando. Quizás los que podrían haber cambiado situación: Gallardo, Max, Daniel torres, Calatayud, Micharmut, Martí, Boldú, Keko, Mediavila, Raul, Federico del Barrio...La lista es larga.