martes, 14 de febrero de 2012

MATADOR DE DRAGONES (ENTRE OTRAS COSAS)


OK, así que el otro día dije que ahora tendría que buscar los números que me faltaban de Beowulf Dragon Slayer (DC, 1975) para completar la colección y hoy resulta que ya los he conseguido todos. Y no me refiero a las versiones de archivo digital, sino a las reales de papel. No es que sea la noticia del siglo ni que vaya a cambiar mi visión del cómic, pero todo tiene su interés. Por ejemplo: cuando yo era pequeño siempre tenía la sensación de que en el colegio tenía una ventaja sobre mis compañeros gracias a leer tebeos. Sencillamente, sabía más cosas. Por ejemplo, qué significaba intrínseco o fetiche, palabras ambas procedentes de mi primer Tintín, La oreja rota. Ahora me pregunto qué habría sabido del poema heroico Beowulf si esta versión superheroizada hubiera caído en mis manos. Porque la progresión de la serie es imparable, y no hay más que revisar las portadas para entenderla.


La del número 1 es de lo más genérica posible: clásica estampa a lo Frazetta de héroe bárbaro contra monstruo que tiene prisionera a chati semidesnuda. El héroe bárbaro es Beowulf y el monstruo es Grendel, así que la única pizca de pimienta que se le pone al relato original es la presencia de esa Nan-Zee que, según explica el Assistant Editor Allan Asherman en una columna publicada en el nº 2, está más que justificadísima: «Nan-Zee era una necesidad de 1975. El poema mostraba un desdén general hacia las mujeres, dando el único papel femenino de importancia a la Reina Wealtheow de Hrothgar. E incluso el papel de la Reina como intermediaria era secundario. Estuvimos de acuerdo en que tal concepto estaba pasado de moda para el público de hoy en día. Así nació Nan-Zee, una bella mujer guerrero (que recibe el nombre de la esposa del autor, Nancy), que sabía blandir la espada tan bien como su compañero, BEOWULF. También es igualmente rápida en frenar sus ráfagas de insultos verbales». Por mi parte, sólo puedo añadir que yo también estoy seguro de que Nan-Zee era «una necesidad de 1975», pero no sé si por los mismos motivos que expone Asherman. En todo caso, esta portada de Beowulf daría con facilidad un 8 en beowulfismo.




En el número 2, Beowulf salta con su espada sobre un dragón. Hasta ahí, todo correcto y más o menos relacionable con los hechos narrados en el poema. Elementos de distorsión: Un personaje diabólico que aparece de fondo y otra moza de gesto mayestático. Tal vez ambos estén relacionados con la cartela que exclama: «¡La doncella esclava de Satanás!» Un concepto que empieza a despeñar la serie por las pendientes de la más regocijantemente grasienta exploitation setentera. Beowulfismo: 6.


Número 3: los tres elementos constantes se repiten: macho, hembra y monstruo. En este caso, el monstruo es una serpiente gigante, sin ninguna filiación conocida con el poema, pero aún así, siendo generosos, podríamos decir que encajaría dentro de un imaginario medieval plausible. El texto nos indica que tal vez la serpiente esté relacionada con la doncella esclava del episodio anterior. Ah, bendita inocencia. Beowulfismo: 4.


Número 4: vale, está bien, se acabaron las tonterías. Beowulf contra Drácula. BEOWULF CONTRA DRÁCULA. La chica, decorosamente, se cae del caballo. Qué menos. Aún más: Drácula es árabe y lleva cimitarras-sacacorchos. Beowulfismo: 0.


Número 5: Beowulf contra los platillos volantes. Pensabais que después del Beowulf contra Drácula del episodio anterior la cosa tenía que reconducirse, ¿verdad? Pues no: BEOWULF CONTRA LOS PLATILLOS VOLANTES. Sólo diré que el episodio termina con el hundimiento de la Atlántida, por si no era suficiente con las naves espaciales (recordemos: 1975). Ésta es, por cierto, la única portada de la serie donde, además del macho, la hembra y el monstruo, aparece un pobre tipo corriendo, víctima que simboliza a todas las víctimas de los monstruos desnortados. Beowulfismo: incalificable.


Número 6: Beowulf contra el Minotauro. El Minotauro griego. Aunque tuneado, eso, sí, porque es un Minotauro con colmillos que, por cierto, protege unas manzanas que están a medio camino entre las del árbol de la ciencia y las del jardín de las Hespérides, y que transmiten al héroe una potencia bruta tipo espinaca popeyana que es lo que le permitirá enfrentarse en su terrible duelo final al malévolo monstruo Grendel. Beowulfismo: debe repetir curso.

Sin embargo, ah, el final de la serie es anticlimático y nunca veremos ese enfrentamiento definitivo. Mientras Beowulf consigue las manzanas del Minotauro, Grendel mata a Satanás (así te lo digo), y ambos se posicionan para ese ultraduelo a muerte en la cúspide de la cadena alimenticia. Pero el episodio acaba prometiéndolo para un futuro número que nunca llegaría.

En aquellos tiempos primitivos (hablo de 1975, no de la época de Beowulf), cuando no existía twitter ni entrecomics, ¿cómo se enteraban los aficionados de que su serie favorita había sido cancelada? Pues supongo que dejando pasar meses y meses hasta sospechar que el número 7 nunca iba a salir. Este último Beowulf no incluye ningún texto de despedida, ni siquiera en la página de correo de los lectores, y en la última viñeta apenas aparece un lacónico THE END. La única pista de que algo falla es que falta el cartucho de texto que siempre anunciaba la siguiente aventura.

Esta inconclusión de la serie me inspira inevitablemente a cerrar mi propia serie de posts beowulfianos con un clásico entre los clásicos:

¿Fin?

7 comentarios:

javier Olivares dijo...

Ja, ja...!!! Que buena la progresión del personaje. Esto si que es un "camino del héroe" en toda regla...o un descenso tal vez. Que cosa más marciana. Yo creo que en el siguiente ya directamente hubiera sido "Beowulf contra Muhhamad Ali"... o bueno, que ese ya estaba pedido... entonces quizá contra Malcom x.

el tio berni dijo...

Y gracias a los tebeos yo aprendí que las cimitarras-sacacorcho se llaman kris. O sea, en serio, siempre que salto con alguna pedantería y acabo explicando que eso lo aprendí en los tebeos, la gente me mira raro.

Me hace mucha gracia que la chati aparezca en todas las portadas, me ha recordado a una de las portadas más míticas (para mí) de John Carter.

http://www.comics.org/issue/32150/cover/4/

Juan Bocos dijo...

¿Estás seguro que no continuarás con entradas sobre adaptaciones comiqueras de Beowulf si un día te encuentras la Novela Gráfica que hiciera Jerry Bingham para First Comics en el 84? XD

Pepo Pérez dijo...

Sólo quería decir que me he tronchado de risa. Todo el post.

absence dijo...

De todas formas, ahí una subtrama en toda esta historia que me provoca una enorme tristeza: los Platillos volantes y un Drácula con cimitarras-sacacorchos no son valores suficientes para reflotar las ventas de una colección de tebeos.

Santiago García dijo...

Javier: yo creo que lo suyo habría sido continuar con un "Beowulf contra Bruce Lee en Dinamarca y Hong Kong". Sólo de pensar en las posibilidades se me dispara la imaginación. ¿Si lo escribo, lo dibujarás?

tío berni: 1) gracias por la información sobre los kris. 2) impresionante la portada de John Carter. Ya tengo otro tebeo que comprar si lo veo por ahí. Si es que con amigos como estos...

Juan Bocos: ¡lo tengo! En digital, eso sí. Es cierto que un tebeo donde Ken Bruzenak aparece acreditado como "calígrafo" en lugar de como "rotulista" merecería algún comentario. Tal vez en el futuro. De ahí que acabe diciendo "¿Fin?"

Por abundar un poco más: tengo también un BEOWULF de 2006 de un tal David Hutchison que es como una versión manga futurista. No lo he leído, pero parece bastante peculiar.

Y ya de paso, mensaje para Robur, si me estás leyendo: ya tengo en lista de espera "Beowulf y Grendel", la islandesa, con Gerard "Leónidas" Butler en el papel principal. A ver si me la veo un día de estos, que la empecé y parecía curiosa.

Pepo: Cómo sois, aquí uno currando como una bestia (del pantano) y venís vosotros a reíros.

Absence: Tú sabes bien que si nos ponemos en 1975, Drácula y los platillos volantes no eran precisamente elementos extraordinarios que pudieran llamar la atención poderosamente. ¡Empapaban nuestra cultura! O al menos esa sensación tenía mi yo preescolar.

Manel Fontdevila dijo...

Y aún faltan Beowulf contra las amazonas, contra Tarántula y contra el espectro de la vieja fortaleza. Y en la colección infantil, Beowulf va de compras y Beowulf y los tres ositos...

Ja ja ja, magnífico post...