Hace un par de días me llegó el volumen de este año de Best American Comics, que ya se ha convertido en una tradición editorial norteamericana siempre bienvenida. Cuánto nos beneficiaría algo así en España (y qué difícil lo veo). El caso es que he empezado por el principio, es decir, por los textos de los editores de la colección y de la editora de este volumen en concreto, y quería compartir un par de párrafos que me han llamado la atención:
«El cómic es un medio impreso. Y ahora también es un medio digital. Lo que no es, es un medio directo, como el dibujo o la pintura: no hay un cómic "original" que leer. Las páginas que tienen la tinta encima tal vez sean bellas a la vista y tal vez nos ofrezcan mucha información a los fans y los investigadores, pero la mayoría de la gente estará de acuerdo en que no son realmente un cómic hasta que no se reproducen». Jessica Abel y Matt Madden, editores de la serie, en el prólogo.
«Es tentador hablar melancólicamente de aquellos días sombríos en los márgenes de la sociedad. Qué embriagador era saber -especialmente porque nadie más lo sabía- que nosotros éramos el futuro. La sensación de estar embarcados en una misión, la comunidad estrechamente unida, las incursiones furtivas en aquella estantería en la parte de atrás de la tienda donde nos saludaba un puñado de títulos familiares. ¡La acusación persistente de que estábamos seduciendo a los inocentes! ¡Oh, el incómodo y sensual encanto de las manchas de tinta negra sobre el papel barato ya amarillento!
«Pero no me recrearé en mi anhelo nostálgico de una pureza anti-intelectual perdida. Como la mayoría de los anhelos nostálgicos, es nostalgia de algo que nunca existió en primer lugar. Y además, estoy segura de que incluso el más sofocante abrazo del mainstream no podría ni empezar a exprimir la vida de este medio tan vital. Sin embargo, hay una pregunta que merece la pena hacerse: si has pasado toda tu vida resistiéndote al statu quo -sea en el arte, la sociedad o el mundo político-, ¿qué pasa cuando ese statu quo por fin cede?
«Se abre un universo de posibilidades, lo cual, por supuesto, es lo que siempre quisiste, pero aún así, puede ser una experiencia algo desconcertante. Hay una especie de tendencia newtoniana, especialmente si llevas mucho tiempo dedicándote a eso, a seguir aferrándote encarnizadamente a tu resistencia aún después de que se haya ganado la batalla. Las generaciones más jóvenes, sin embargo -las que te vienen pisando los talones- no sentirán ningún escrúpulo en reclamar su propio espacio en este nuevo territorio». Alison Bechdel, editora del volumen, en la introducción.
Best American Comics 2009, en Mandorla.
5 comentarios:
Muy interesantes los dos, sobre todo el segundo, porque demuestra que lo que ahora nos estamos planteando aquí no es algo aislado, sino global. El síndrome de los X-Men lo llamaba yo a eso. Odiado y perseguido. Cómo molaba de adolescente.
Me totalmente de acuerdo con todo lo que se comenta en las citas. Me quedo, sobre todo, con la última frase de Bechdel sobre las nuevas generaciones. Bastien Vivès, Dash Shaw, Jesse Moynihan, Brecht Evens, trabajan sin ningún complejo y sin preocupaciones sobre su target. Y además, coño, son modernos, están al día, no son -y perdón por el ejemplo- un Roy Thomas que entra a trabajar en Marvel por ser el más Marvel-zombie del barrio.
Por cierto, he hablado de autores, pero lo mismo me vale para los lectores.
Hay lectores, críticos y autores que siguen actuando y escribiendo como si el cómic fuera únicamente lo que ellos quieren ver, y creo que a eso se refiere la cita... la parcelita apartada cómoda, secreta, donde ser especial y único. Esa gente está perdiendo el tren de la historia, sin más.
Bueno, ese no es un pecado exclusivo del fan-friki, la gente, por lo general, es incapaz de acercarse a una propuesta novedosa o diferente sin dejar de lado los prejuicios instalados, y así es muy difícil de disfrutar de algo que no sea más de lo mismo.
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