jueves, 8 de abril de 2010

EL REY DE LA COMEDIA


Tengo la sensación de que cada tebeo que leo de Riad Sattouf me gusta más que el anterior. Pascal Brutal es la gran serie urbana de nuestros días, La vida secreta de los jóvenes, casi post-humor de vanguardia, y Mi circuncisión es como echarle una guindilla a Marjane Satrapi. Y ahora, este Manual del pajillero (La Cúpula, 2010), que ha dado lugar a un exitazo cinematográfico en Francia (ya veremos aquí), Les beaux gosses, me lo he leído en un suspiro y lo he disfrutado como un cerdo. Manual del pajillero utiliza la forma del manual para disfrazar lo que en realidad es un relato con personaje protagonista, pero gracias a ese recurso, Sattouf consigue introducir con naturalidad una sardónica voz narradora que recuerda un poco a la del socarrón introductor de La tentación vive arriba, otra obra de antropología humorística sobre los traumas sexuales del varón metropolitano moderno, aunque en una edad diferente del desarrollo. Podríamos decir que el joven protagonista del Manual del pajillero es algo así como el anti-Pascal Brutal, el macho omega que agacha servilmente el hocico cuando olisquea las feromonas que desprenden los testículos del líder de la manada.

En realidad, me ha recordado mucho al joven Crumb seudoautobiográfico de los primeros tiempos, ese obseso sexual angustiado siempre por el poder de la mujer y por sus propias fantasías. La gran diferencia entre el joven Crumb (personaje) y el joven pajillero es que aquél finalmente alcanzaba el triunfo y con él provocaba la catarsis del lector. Crumb (personaje) siempre conseguía salirse con la suya y hacernos partícipes de la conquista del débil seudomacho sobre la imponente hembra regia. En el caso del pajillero, sin embargo, Sattouf es de una crueldad extrema: no le deja resquicio para la huida, y cuando parece que lo hace, sólo está practicando el más implacable sarcasmo. Si algún humor surge de la identificación del lector con el personaje, es pisoteándose a sí mismo. Diciéndose: no, yo no soy ése. O mejor: no, ya no soy ése.
Con 32 años y el talento saliéndole por las orejas, Sattouf tiene el futuro en sus manos. Ahora mismo es el humorista del momento. En unos años, quién sabe lo que va a llegar a ser.

2 comentarios:

Manel Fontdevila dijo...

Con 25 años publicó este libro la criaturita. No querías talento, toma dos tazas.

elpablo dijo...

es el PUTO JEFE. ahora mismo tiene la vara, el que no lo quiera seguir, no va hacia el FUTURO.