lunes, 5 de abril de 2010

ÉL ME HA MATADO

David Sánchez es un fenomenal ilustrador que se ha hinchado a vender camisetas modernas y que hace las irresistibles portadas de la exquisita editorial Errata Naturae (precisamente me acabo de leer uno de sus títulos). Y David Sánchez acaba de publicar su primer tebeo (ejem, su primera novela gráfica) con Astiberri: Tú me has matado. Es una recopilación de una serie de historietas que ha ido sacando en El Manglar (Dibbuks), completada con material nuevo y ordenada de forma diferente a como se publicó originalmente. Y para servidor, es de los tebeos más alucinantes que se han publicado en España en los últimos meses (¡y mira que van unos cuantos!), y presumo que uno de los más alucinantes que se van a publicar en 2010.
A David se le rastrean muy rápido las influencias: Charles Burns por encima de todo y de todos, y a la diestra del padre Agujero Negro se sientan Mezzo y Pirus, y a la siniestra Jason. David otea el mismo panorama por el que en su día merodearon Montecarlo y Montana (Historias raras), y a veces roza las fronteras del país de los mitos perdidos de Tim Lane. David luce esas influencias con el orgullo de quien se sabe con personalidad propia y sin nada que ocultar. Lo que vende es genuino. Basta empezar a leerlo para descubrirlo.
Tú me has matado zumba con el rumor de una batidora iconográfica donde se revuelven muchos tópicos de la América de género perversa: el país de las pesadillas que duerme a la sombra del país de los sueños. La severa perfección del trazo y el color de David hacen más perturbador lo trastornado de una historia que se mueve en círculos, hasta que parece que no se mueve, sino que cada viñeta es un espejo de otra y todo se ha quedado congelado. He dicho género, sí, pero este género está anestesiado. A veces los dibujos de David parecen una ventana para asomarse al abismo, y otras veces parece que el abismo sólo es papel pintado pegado sobre un muro. Un abismo de pega y chiquitito copiado de algún sitio. Como me quedé con la duda (y como me gustan tanto los dibujos de David que no me canso de mirarlos), la segunda lectura de Tú me has matado la hice con un cuaderno al lado, apuntando cuidadosamente qué personajes salían en cada escena y qué pasaba en cada una de ellas. Y al terminar seguía sin saberlo, pero estaba más convencido de que sí podía haber un abismo.
Creo que para entonces ya me había caído en él, sin darme cuenta.
He empezado diciendo que David es un ilustrador fenomenal. Lo interesante es que aquí demuestra que, además de dibujar bonito, sabe de qué van los cómics. Cómo se escriben y eso. Por ejemplo, entre la página 36 y 37 hace una elipsis de maestro. Es profundamente horrible y cómica a la vez, y no habría funcionado de otra manera. En la página 76, viñeta 2 (pero esto ya es del final, así que deja de leer inmediatamente, a menos que ya hayas leído el tebeo), no se ve el disparo hasta que no se vuelve sobre la viñeta cuando se descubren las consecuencias del tiro, en la página siguiente. Y esto me ha pasado las dos veces que he leído el tebeo. O sea, la segunda vez, sabiendo ya que en esa viñeta se producía el disparo fatídico, volví a no verlo.
Sobre la historia: David deja un reguero de pistas para seguir a lo largo de todo el libro. Uno puede seguirlas o no. Yo no las he seguido, de modo que no sé si lleva a algún sitio o sólo a chocar con la pared que hay detrás del papel pintado que simula un abismo. Pero es que yo prefiero que los misterios se mantengan eternamente indescifrables. Mucho más divertido, ¿no?
Sólo puedo decir que después de leer Tú me has matado, tengo muchas ganas de leer lo siguiente que haga David. Y tengo muchas ganas de leerlo ya.

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