La inauguración de la exposición «10 libros ilustrados», de Javier Olivares, ha estado llena de dibujantes, ilustradores, historietistas, editores y, en resumidas cuentas, amigos y admiradores de ese pedazo de artista y persona completa que es Javier. Ha sido muy agradable, sin estridencias pero muy acogedor, como el artista mismo. La sala de exposiciones tiene muy buen aspecto y es muy céntrica, y el montaje es de lo más adecuado porque, al disponerse los materiales sobre mesas, recuerda mucho a la manera en la que se pueden ver cuando uno visita el estudio de Javier y le pilla en mitad de faena, con las manos en la tinta. El público tiene más la sensación de haberse colado en la cocina del ilustrador que de estar contemplando sus trabajos museificados. Es una exposición viva, casi parece de trabajos que estén todavía en curso, vibrantes. Repito, una vez más produce un efecto muy cercano, muy Javier. El material, por supuesto, es extraordinario, porque Javier produce muchísimos dibujos cada vez que emprende un proyecto, y porque cada uno de los diez libros que han sido elegidos para la muestra tiene su propia historia -gráfica y plástica- que contar, de manera que todos son distintos.
Hoy no era el día de detenerse en detalle a observar cada vitrina, así que espero volver en otra ocasión con más calma, acompañado si es posible del artista para que me haga la visita guiada. Hasta el 23 de abril que la quitan, hay tiempo de sobra para no perdérsela.
3 comentarios:
Qué pinta más buena tiene y cómo me habría molado estar allí. A ver si puedo escaparme un día a Madrid de aquí a que acabe...
Acabo de aterrizar en tu blog!
A los links de cabeza!
A ver si quedamos! :-)
t.
Muy chulo el video. A ver si puedo ver pronto la expo, que eso sí que será chulo.
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