miércoles, 5 de junio de 2013

LOS 400 TEBEOS DE ASTIBERRI

Este sábado, Astiberri celebra una fiesta que han titulado «Los 400 golpes de Astiberri». El motivo declarado es celebrar que la editorial de Bilbao ha publicado ya 400 libros en sus 12 años de existencia. Y para celebrarlo por todo lo alto han montado esa parranda en Madrid, en el Picnic (Calle Minas 1) a las 22 horas, con presencia de muchos autores y con Alberto García Marcos y Gerardo Vilches como maestros de ceremonias para presentar los últimos lanzamientos de la editorial, entre ellos los dos primeros volúmenes de Leyendas Urbanas y la antología Panorama. Además, han montado un catálogo donde aparecen todos los títulos de la editorial y que incluye un buen número de recomendaciones a cargo de todo tipo de personalidades de la cultura.

Digo que ese es el motivo declarado, porque yo sé que en realidad el motivo no confeso es darme una despedida por todo lo alto antes de mi ya inminente regreso a Estados Unidos. Estos muchachotes nunca lo reconocerán, pero las cosas como son: tenemos ya una larga historia.

La celebración de Astiberri me ha hecho recordar la relación que mantengo con ellos, y que ha sido fundamental en mi trayectoria como autor. Es muy posible que sin Astiberri hoy yo no estuviera escribiendo tebeos.

A principios de siglo acababa de terminar una etapa dedicada muy intensamente al periodismo especializado en cómic. Habían sido varios años formando parte de U y Volumen, y ahora quería empezar una nueva carrera escribiendo cómics. En el salón de La Coruña, Toni Guiral me presentó a Pepo Pérez, y no tardamos en empezar a maquinar un tebeo juntos. De aquellas maquinaciones nació El vecino, y creo que fue la confianza de Pepo la que me animó a plantear a Javier Olivares la idea de hacer una adaptación de Beowulf. Javier se apuntó al bombardeo y los dos proyectos nacieron casi al mismo tiempo. Si no me equivoco, debía de ser 2001 ó 2002.

Necesitábamos un editor, y por aquel entonces Glénat estaba preparando una colección de álbumes de autores españoles que celebrase su décimo aniversario. Nos pareció el sitio adecuado y les presentamos tanto El vecino como Beowulf. Recuerdo que en un Expocómic Joan Navarro nos dijo que les interesaba Beowulf, pero no El vecino. La alegría de que me hubieran aceptado un libro no compensó la decepción de que hubieran rechazado el otro. El chasco fue más grande que la ilusión. Se lo conté a mi buen amigo Bernardo Vergara y éste me recomendó que se lo presentara a Astiberri, con quienes él había publicado Manual de instrucciones para libros de instrucciones. No sé si en aquel momento yo tenía una idea muy clara de quién era Astiberri, pero Bernardo me los puso por las nubes y se ocupó de concertar una cita con su editor. Esa misma tarde, sin dejar que el rechazo de Glénat se hubiera enfriado todavía, me cité con Fernando «El Hombre Tranquilo» Tarancón en una cafetería junto a la Plaza de España. Todavía lo recuerdo sentado en una banqueta. Charlamos, me cayó muy bien y se llevó el dossier. Al día siguiente ya me había dicho que querían publicarlo. El cielo se abrió. Poco después Javier y yo decidimos que también preferíamos publicar Beowulf con Astiberri.

Los primeros años de Astiberri fueron complicados. Tenían mucho que aprender, pero si algo ha tenido siempre Fernando Tarancón, su cabeza visible en los primeros tiempos, ha sido capacidad para el aprendizaje y ganas de practicarlo. A través de la experiencia, a través de la observación y a través de cursos, siempre ha mejorado su conocimiento del campo en el que se mueve. Y año tras año, cada vez ha sido más profesional. Eso lo agradezco muchísimo. A estas alturas, Fernando es para mí antes un amigo que un editor, pero es muy importante que sea un editor de verdad, y no un editor amiguete. Cada cosa en su sitio.

La refundación de la editorial con la entrada de Laureano «Nuestro Hombre en La Habana» Domínguez y Javier «Poderoso Como el Trueno» Zalbidegoitia dio un impulso enorme a Astiberri. Todo el diseño y la maquetación quedó en manos de Manuel Bartual, lo cual ayudó mucho a mejorar la imagen de sus productos. Cuando entró en el equipo la editora Héloïse «Sweet Killer» Guerrier, Astiberri ya era una cosa seria. Durante los años que van del 2004 al 2007 publiqué con ellos los dos primeros volúmenes de El vecino, con Pepo Pérez, y La tempestad, con Javier Peinado, y asistí en primera fila al desarrollo de la novela gráfica española contemporánea. Tengo grabados un par de recuerdos del lanzamiento de Arrugas, de Paco Roca, la obra que, acompañada del María y yo de Gallardo, cambió nuestro mercado. El primero es recibir en el buzón el paquete con una copia del libro. Fernando me había dicho que tenía depositadas muchas esperanzas en ese libro, y yo sabía que Paco Roca tenía talento, pero no tenía muy claro qué iba a pasar con aquel extraño libro protagonizado por viejos sin memoria. Hoy día, claro, todo el mundo ve obvio que era una apuesta ganadora, pero entonces Paco no era una estrella y nadie había comprobado que un tebeo como Arrugas pudiera funcionar. Era algo completamente nuevo en nuestro panorama. La presentación en Madrid también fue inolvidable: en La Central del Museo Reina Sofía unas pocas personas nos congregamos en un huequecillo habilitado en la segunda planta. Recuerdo que estaba Juanjo el Rápido y cuatro gatos más. Casi podríamos decir que no había literalmente nadie. Después de la presentación, nos fuimos a tomar algo al Brillante con Paco, Javitxu, Eduardo García Sánchez (que había hecho de presentador) y Manuel Bartual. Nada que ver con las multitudinarias presentaciones y (sobre todo) cenas y copas posteriores que se estilan ahora. No había público, no había comunidad, no había casi nada. Pensé que Astiberri había depositado muchísimas esperanzas en aquello y que los auspicios no eran nada buenos. Tragué saliva.

Y bueno, ya veis lo que pasó luego.

Supongo que por eso ellos son editores y yo no.

Desde aquellos primeros tiempos hasta la actualidad, mi relación con Astiberri no ha hecho más que ir a mejor. Han seguido publicándome libros (son, por tanto, los últimos responsables en la cadena de culpables de que yo esté hoy dando la brasa: Guiral, Pepo, Javier, Bernardo y por fin Fernando, todos vosotros tendréis que pagar algún día), y lo han hecho además con un apoyo y entusiasmo extraordinario: con La novela gráfica se volcaron, y me alegra poder decir que la jugada les salió bien. Y con Panorama han vuelto a hacer una apuesta muy fuerte, y lo han hecho con la máxima ilusión. Por el bien de todos, esperemos que funcione. Han negociado en mi nombre y en el de Pepo con productoras de cine y televisión, han vendido derechos extranjeros y han mejorado continuamente nuestras condiciones. La fe que han demostrado en el Beowulf que estamos haciendo con David Rubín y en Las meninas de Javier Olivares hacen que los autores sintamos confianza y redoblemos nuestros esfuerzos.

Ni ellos ni yo somos ya los principiantes que éramos cuando empezamos a salir juntos. A mí hay autores que me dicen que me han leído, y todavía me sorprende, y ellos ya no son la última ola, aunque sigan siendo jóvenes. Empezamos a ser clásicos, veteranos y hasta entrañables. Seniles, nunca. El maleficio de Arrugas nos protegerá siempre.

Así que bueno, astibérricos, os agradezco mucho que hayáis tenido este último detalle de montarme una fiesta de despedida (aunque sea con un falso pretexto para que no nos emocionemos). Pero os advierto que volveré, y con ganas. Cometisteis el error de darme un hueso hace diez años y no os va a resultar fácil desembarazaros de mí.

Y ahora, para rematar esta entrada y extender ampliamente la vergüenza, ajena y propia, una pequeña galería de imágenes. Había más, claro, pero imaginaos cómo serían si no las he querido hacer públicas...


Bilbao, 2007. Con Fernando y Pepo, antes de la presentación de El vecino 2.


Barcelona, 2007. El stand de Astiberri en el Salón del Cómic.


La presentación de El vecino 2 en Madrid, 2007. Pepo, Fernando Castro (que participa con un artículo en Supercómic), yo mismo y Javitxu.


Esto es en Madrid, creo que en una fiesta de cumpleaños de no sé qué año. Con Fernando y Javitxu, editores serios.


En Getxo, presentando las novedades de la editorial en 2009. De izquierda a derecha, Mauro Entrialgo, Borja Crespo, Chema García, Laureano Domínguez, Pepo y yo.


Getxo, 2009. Los héroes secretos de Astiberri: Héloïse Guerrier y Manuel Bartual.


Getxo, 2009. Sesión de firmas con Mauro, Carlos Vermut, Pepo y yo.


Getxo 2009: Lau y Fer.


Getxo, 2009: Lau y Hélo.


Madrid, Expocómic 2009, probablemente. Firmando como locos: Pepo y yo con Manuel «Sexorama» Bartual. 


Antes de la presentación de El vecino 1 y 2 y El vecino 3, en Joker, la librería de Fernando en Bilbao, en 2010. A la derecha aparece Koldo Azpitarte, actual director de Zona Cómic, que hizo de presentador en aquella ocasión.


La última presentación de El vecino en Madrid, con Pepo y Borja Crespo. En la Fnac Callao, 2010.

3 comentarios:

javier Olivares dijo...

Que emocionante texto. ¡Me uno a tí en las gracias y en las esperanzas! El Sábado lo celebraremos.

Pepo Pérez dijo...

No hay palabras...

Pepo Pérez dijo...

(sobre nuestras fotos, menos mal que Hélo sale en algunas para "compensar"...)