jueves, 24 de octubre de 2013

LOS CHICOS SON GUERREROS



Hace unas semanas se montó cierto alboroto por unos comentarios de Paul Pope en los que venía a decir que había propuesto a DC una serie de Kamandi planteada como un clásico tebeo de aventuras para público juvenil, y se había encontrado con que un editor le respondía que ellos no hacían tebeos para chavales, sino para gente mayor de 45 años. El proyecto, evidentemente, quedó abortado.

Ahora acaba de aparecer el primer volumen de Battling Boy (First Second, 2013, guión y dibujo de Pope, color de Hilary Sycamore) y por fin podemos ver cuáles eran las intenciones de Pope. En parte, casi diría que Battling Boy es la crisis de los 40 de Pope. Porque algunos de los veteranos todavía tenemos en la cabeza la idea de Pope como joven promesa rompedora, pero lo cierto es que ya es un señor (como los que tenemos esa idea en la cabeza). Y conste que no digo lo de la crisis de los 40 con intención peyorativa. Las crisis de los 40 pueden ser muy productivas si no te limitas a comprar un deportivo y a volver a asistir a conciertos de rock. Te pueden dar un equilibrio y una perspectiva que tal vez antes te faltaban, un poco ansioso por la necesidad de demostrar las cosas. Y es eso lo que veo en Battling Boy: un Paul Pope que por fin ha llegado a la obra que llevaba toda su vida buscando pero que no acababa de encontrar del todo.

Battling Boy encauza todas las corrientes que siempre han animado a Pope en un solo y productivo caudal. Está el manga, está Jack Kirby y está el barniz arty. Todo junto en un vehículo que aunque está perfectamente calculado no ha perdido la chispa de lo sincero, y servido en un formato pensado para nuestros tiempos: un librito a color de 200 páginas, asequible (apenas 16$) pero atractivo. Digamos que un tankobon a la americana programado para multiplicarse en amazon y Barnes & Noble, no para quiméricos kioscos.

La idea de recuperar las viejas fórmulas del tebeo de género comercial y juvenil y actualizarlas para los usos y el público de nuestros días no es nueva. Algo de eso ya había en la línea ABC de Alan Moore, por ejemplo. Y en cierta manera es un viejo sueño de todos los que nos criamos dentro de la cultura de series y personajes del cómic de los 70 y que nos convertimos en autores en un mundo donde eso ya pertenecía al pasado. A la pregunta de si hay alguna forma de recuperar esa edad dorada perdida, algunos responden con la mera reiteración de modelos, fórmulas y formatos de otros tiempos. La respuesta de Pope, sin embargo, es la de trasladar valores que él entiende esenciales del cómic de aventuras a un conjunto estético y comercial moderno. Quedarse con la intención y variar lo demás.

Creo que Pope ha hecho admirablemente lo que tenía que hacer: Battling Boy es una lectura estupenda que va creciendo con cada página. Aunque el primer volumen está subdividido en episodios que podrían haberse desintegrado en comic books de 24 páginas, creo que el formato de 200 páginas influye de forma decisiva en la experiencia de la lectura. Hace que te sumerjas mucho más en el mundo de Arcopolis y sus personajes, y finalmente contribuye en gran medida a que el tebeo te absorba.

Me queda la duda de si será too little, too late. Una obra necesita un mercado donde insertarse, y no sé si el mercado de la novela gráfica young adult americano está ahora mismo para soportar esfuerzos serializados como Battling Boy, salvo si son megaéxitos como Scott Pilgrim. Por otra parte, el hecho de que yo haya disfrutado mucho con su lectura me dice poco de cómo pueda afectar a un chaval de doce años, que supongo que es el target de este tebeo.

En todo caso, la voluntad de hacer un esfuerzo autoral con sentido comercial parece decidida por parte tanto del autor como de la editorial, y ya se ha anunciado una secuela de Battling Boy protagonizada por uno de los personajes más interesantes de este primer volumen: The Rise of Aurora West. Un cómic que, atención, está dibujando David Rubín. Lo más alucinante es que David ha estado dibujando Beowulf y Aurora West al mismo tiempo. No me preguntéis cómo lo hace.

Por lo que me cuentan, Battling Boy ya tiene editor en España, así que no tardaréis en poder disfrutar de este manga kyrbiano. Le deseo toda la suerte del mundo.


2 comentarios:

David dijo...

mmm... a mí no me ha gustado tanto el de Battling Boy.
Me encanta cómo dibuja Pope...pero si el target de este tebbeo era el chaval de 12 años... me temo que paso un poco la edad. Ay! ¿Por qué no como esa cabecera que venía en la revista Spirou: "Para jóvenes de 5 a 100 años? (y todavía recuerdo la carta de un lector preguntando si podía leer la revista un niño de cuatro o alguien que pasara de los 100 (jaja))
Un saludo.

David dijo...

Por cierto... ¿el padre de Battling Boy no se ha escapado de "Los héroes del equinoccio"? No sé si Pope lo ha leído, pero casi parece un homenaje.