martes, 30 de abril de 2013

LA AUTOBIOGRAFÍA COLOMBIANA DE SUPERMÁN Y OTRAS DISQUISICIONES


Joni b fue uno de los grandes descubrimientos que hice en mi visita a Colombia el año pasado. Su Parque del Poblado es una de esas novelas gráficas que se te quedan más dentro de lo que te habías dado cuenta y a las que al cabo del tiempo sigues dándole vueltas cuando creías que ya la habrías olvidado. Ése es el encanto de Joni b, discreto pero persistente. No causa un gran impacto de entrada, no es nada ostentoso, pero con voz baja y suave sus fantasías, un poco tímidas al principio, se van desenvolviendo con la soltura creciente de la embriaguez que aumenta gota a gota durante una noche de copas. Esto es un poco lo que pasa con las historias que ha reunido en Maldito planeta azul (2012, Periférica), un volumen publicado por una editorial literaria de Cáceres donde se concentran varios relatos que sorprenden por sorpresa. Dirán que no hay otra manera de sorprender, claro. Pero es que lo que tienen las historias de Joni b. es que al empezar a leerlas uno no espera que le sorprendan. Y cuando ya lo hacen, cuando revelan todo su potencial mágico, uno todavía se resiste a aceptar lo desaforadas que son.

El truco está, sin duda, en la perezosa cotidianidad en la que están inscritas todas, y en la transparente proyección de la intimidad del dibujante que hay en todos sus personajes, por estrafalarios que sean. Es todo tan palpablemente real y normal que uno se resiste a aceptar que en realidad lo que está pasando sea extraordinario, incluso cuando lo tiene ante los ojos.

El libro se abre con una fantasía delirante titulada Supermán, que lleva el subtítulo «una nueva aventura autobiográfica de Joni b» y en la que lo que parece el costumbrismo juvenil haragán más ortodoxo poco a poco se va precipitando en una gran saga donde Supermán, Linterna Verde, Lex Luthor, Luisa Lane y Espiderman se drogan con kryptonita, arman una revolución contra los generales y se quejan de que el mate está lavado. Joni b consigue un equilibrio propio que se mantiene equidistante de la farsa underground y la parodia fanboy, quizás porque su gran tema es el escepticismo. Con su absoluta ausencia de ambiciones, supera las ambiciones de las versiones serias del mismo tema, esa larga estirpe que empieza en Watchmen y acaba de momento en Jupiter's Legacy. Pero el Supermán de Joni b., por supuesto, es otra cosa, y la inesperada continuación de la historia lo subraya: Supermán se encuentra ahora en un planeta alienígena, el planeta de la responsabilidad y la vida en pareja. Y añora la adolescencia. Esa adolescencia prolongada que se resume en los otros relatos del libro en viajes a Marte o apocalipsis zombi devenidos en juergas de fin de semana. El tipo de fantasías propias de personas a las que nunca pasa nada pero que están todo el día viendo películas y leyendo cómics. Personas como nosotros.


ADEMÁS de Maldito planeta azul, Periférica ha incluido otro título de cómic en su catálogo: Aloha (2012), de la uruguaya Maco, una jovencísima autora (nacida en 1987) que es básicamente un viaje por la topografía de la página explorando todo tipo de posibilidades narrativas y juegos gráficos a través de los devaneos de un personaje genérico. Aunque el conjunto resulta un tanto blando y no supera la sensación de ejercicio de estilo, la osadía de la autora y su juventud hacen que merezca la pena estar atentos a sus próximos esfuerzos. Tomo nota.

3 comentarios:

Brian Janchez dijo...

yo solo queria decir que soy espiderman en esa historieta.
saludos
brian.

Santiago García dijo...

Brian Janchez en Mandorla: http://santiagogarciablog.blogspot.com/2012/10/vinetas-kosher.html

Pepo Pérez dijo...

Leí el Aloha de Maco, pero no me hizo tilín. El de Joni B. en Periférica se me ha pasado por completo. Voy a intentar recuperarlo...